En todo el territorio de la provincia de Santa Fe se habrían perdido más de 500.000 cabezas de ganado en 2008, según datos de la segunda campaña de vacunación contra la fiebre aftosa.
La segunda inoculación del año pasado arrojó un total de 7.234.670 versus 7.800.000 del mismo período de 2007, según datos preliminares que maneja la Dirección de Sanidad Animal de la provincia.
Los mayores descensos (ver cuadro) se registran en las categorías vacas (- 236.700 cabezas), vaquillonas (- 85533). Mientras que en el caso de los terneros, la caída superó las 66.000 cabezas.
En diálogo con Infocampo, Ana Canal, directora de Sanidad Animal, sostuvo que si bien fue muy importante la mortandad de animales por la sequía y la falta de alimentación bovina, la principal causa de la baja fue la falta de expectativas de los productores.
“Hay una marcada tendencia de los productores de deshacerse de la hacienda y venderla por la pérdida de rentabilidad que hoy por hoy tiene el negocio y la actividad en general”, indicó la especialista.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de la provincia de Santa Fe (Carsfe) aseguran que a la “lapidaria” política oficial ganadera, se le sumó la sequía que terminó de liquidar las expectativas.
‘Veníamos mal con lo del gobierno que no nos dejó exportar durante todo el año y que permitió que la actividad fuera cayendo a rangos insospechados, y ahora tenemos la sequía que es una verdadera catástrofe”, manifestó Ricardo Avelló, gerente de la entidad. “No nos queda alimentación y el productor ya no puede sostener el negocio por lo que se desprende de la hacienda”, agregó.
“Ya no se habla sólo del norte, sino también de gran parte del centro provincial, que vive una de sus peores crisis de la historia”, señaló Avelló. “Al liquidarse tambos se vende hacienda y tira para abajo los índices de precios: en estas condiciones estamos a un paso de perder ambas actividades’, culminó.

