Hasta el año pasado, el mercado mundial de las frutas y hortalizas era dominado por numerosas exportaciones, grandes stocks de producción y muy bajos precios, pero este año la historia cambió. Europa no está comprando como años anteriores, hubo menos producción en los países abastecedores, lo que trajo aparejado mejores precios y un mercado totalmente distinto.
Miguel Angel Giacinti, economista agrícola, experto en fruticultura y especialista en el consumo agroalimentario en el ámbito mundial, explica que este año el Gobierno presionó a los productores de peras y manzanas para fijar un precio mínimo para sus producciones, por ende muchas empresas exportadoras y empacadoras compraron sólo a aquellos que tenían esos precios y mucha fruta se quedó sin vender. En este contexto se cosechó y exportó menos que en 2005.
El mercado mundial también presenta inconvenientes para los exportadores locales ya que Europa está saturada de manzanas y cítricos por lo que decidió bajar el volumen de importaciones.
Ante el interrogante que genera por qué el precio de la manzana está tan alto en el mercado interno, Giacinti explica que se está generando una especulación, los productores que no pudieron vender su fruta optaron por guardarla en los frigoríficos a la espera de conseguir mejores precios . Quizás en unas semanas la fruta acopiada en los frigoríficos puede volcarse al mercado interno y los precios bajarían.
Otro punto clave en el mercado mundial es Rusia, el año pasado hubo inconvenientes, ya que los rusos se quejaron de que la Argentina les envió mercadería de baja calidad; por esta cuestión, este año se exportó un 20% menos. Giacinti explica que de la mano de Rusia quedan posibilidades de que las exportaciones locales repunten, ya que el mercado ruso está necesitando frutas. Ahora sólo resta esperar. Puede ser que la fruta acopiada en los frigoríficos argentinos vaya en gran parte al mercado ruso, lo que traería aparejado que los precios en el mercado interno continuarían firmes.
