Ayer se suscribieron Cedin por US$ 3,6 millones, una cifra similar a los US$ 3,7 millones blanqueados anteayer, el primer día de la prórroga. En los primeros tres meses, se habían blanqueado apenas US$ 341 millones y representantes del sector privado afirmaron que no esperan de acá a diciembre un cambio sustancial en la tendencia.
Algo asustados por las disputas ya abiertas en el equipo económico -con posiciones abiertamente contradictorias-, fuentes del sistema financiero y de la industria expresaron que, para que el blanqueo repunte, “debería haber cambios normativos”, que permitan computar de manera diferente los bonos que ofrece el Gobierno. En cuanto al anuncio de ayer de la empresa Bridas, una calificada fuente de la city indicó, con ironía, que “no queda claro si van a invertir US$ 500 millones o US$ 1000 millones, porque ya habían dicho que iban a invertir US$ 500 millones para Vaca Muerta”.
Por lo tanto, los banqueros siguen en la postura de no aceptar las presiones del secretario de Comercio Interior de suscribir el Baade, a las que se sumó la presidenta del Central, Mercedes Marcó del Pont. “No hay forma de comprar un bono que rinde el 4% cuando tenemos opciones del mismo gobierno arriba del 10%, y, además, ¿a qué valor se anota en los balances?”, indicó la fuente.
Aunque Moreno amenazó a los jefes de los principales bancos nacionales y privados con utilizar la ley de abastecimiento para allanar las entidades si no aceptaban su pedido, los banqueros, hasta ahora, no quieren suscribir este bono en blanco por los posibles reclamos legales que podrían enfrentar en el futuro. “Si quieren pesos, pueden aparecer, pero dólares no hay y ya le dijimos a Moreno que si quiere venga y se haga cargo de los bancos, porque acá no va a encontrar ni un solo billete”, aclaró una fuente del sector, según publicó La Nación.
En el Central, en cambio, creen que “los banqueros en forma individual pueden suscribir este bono con plata que giraron en el último año al exterior”. Entre las cerealeras, otro de los sectores apuntados por Moreno, repetían que también están a la espera de algún mecanismo del Banco Central para “anotar la suscripción de estos bonos como prefinanciación de exportaciones”.
Una fuente de las empresas mineras, señaladas también como potenciales compradores, indicó que “no hay ingreso de capitales por el freno de todo el sector, por la suba de costos y por la imposibilidad de girar divisas al exterior, así que difícilmente alguien decida traer dólares para comprar bonos”. El secretario de Minería, Jorge Mayoral, habría aceptado este diagnóstico.
De todos modos, todos los empresarios consultados ayer reconocieron que la decisión de la presidenta Cristina Kirchner de darle la razón a Moreno al prorrogar el blanqueo, frente a la sugerencia de Echegaray de darlo por terminado, los dejó descolocados. En principio, porque refleja que las especulaciones en torno del final de época del secretario de Comercio Interior parecen no tener, una vez más, demasiado asidero. “Hoy Cristina sigue basándose en materia de medidas económicas sólo en la palabra de Moreno, que es el único que le aporta alternativas concretas, frente a la indecisión de los otros funcionarios”, dijo un economista del oficialismo.
En tanto, Kicillof quiso mantener su “buena onda” con Moreno al afirmar que, junto con Marcó del Pont, defendieron la prórroga cuando la Presidenta los consultó al respecto, dejando en off side a Echegaray, que, sin embargo, afirma que se siente respaldado por la jefa del Estado.
