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Todavía arrastramos asimetrías productivas entre Brasil y Argentina

Esa realidad generó un dualismo conformado por altas tasas de interés junto con un proceso de apreciación cambiaria que tuvo efectos negativos sobre la inversión y el crecimiento.

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Por Infocampo

Es más, para el economista Bresser Pereira, esa política, basada en objetivos de inflación, llevó a un proceso de desindustrialización y el valor actual del dólar en Brasil no sería un motivo de preocupación ya que, según su criterio, debería estar por arriba de los 3 reales.

Sin embargo, desde la salida de la crisis de la convertibilidad, la Argentina ha mantenido saldos comerciales negativos con Brasil, que son básicamente el resultado de altas importaciones de bienes de capital, lo que está ligado a un aumento de las asimetrías productivas entre ambos países.

Es que, más allá de la realidad actual, Brasil y Argentina mostraron muy distintas trayectorias productivas a lo largo de las últimas décadas. En materia de desarrollo, Brasil logró sostener en el tiempo políticas consideradas de Estado, en contraste con los vaivenes registrados en la Argentina. Nos referimos, en particular, a la forma en que se llevó a cabo el proceso de apertura de los años 90 –discriminando tarifas por sectores e incluyendo la implementación de planes de competitividad–, la elección de sectores estratégicos para el mediano y largo plazo y, especialmente, el apoyo al sector de bienes de capital, el rol asignado a las privatizaciones durante la década de los 90 (particularmente en materia energética), el fomento a la innovación, y la disponibilidad de instrumentos para el financiamiento de proyectos productivos estratégicos. Todos estos aspectos tuvieron un impacto de largo plazo sobre los patrones de producción y de exportaciones de ambos países.

Podría señalarse, entonces, que si bien el proceso de revaluación sufrido por el real durante el período reciente afectó en forma negativa la inserción exportadora de Brasil, los planes que desarrolló durante las últimas décadas generaron en ese país un comportamiento más dinámico de sus exportaciones hacia la región. Esto nos plantea la importancia de que la Argentina pueda fortalecer y perfeccionar en el tiempo aquellas políticas sistémicas y sectoriales que contribuyan a fortalecer su inserción productiva y a promover un comercio de tipo intraindustrial dentro del ámbito del Mercosur.

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