Más allá de las eventuales mayorías que puedan conseguir a partir del 10 de diciembre los diferentes bloques de la oposición en la Cámara de Diputados para tratar proyectos agropecuarios, la relación de fuerzas en el Senado del nuevo Congreso estará bastante pareja.
El Frente para la Victoria (FpV) tendrá en el nuevo Congreso un bloque 30 senadores a los que se suman de manera incondicional los aliados Mario Colazo (Tierra del Fuego) y Ada Iturrez de Cappellini (Santiago del Estero). También cuenta con el apoyo de los dos senadores de Tierra del Fuego que responden a la gobernadora Fabiana Ríos y de Horacio Lores del Movimiento Popular Neuquino. En total el bloque K suma 35 legisladores.
Los senadores entrantes por la provincia de La Pampa, los justicialistas Carlos Verna y María de los Ángeles Higonet, aún no definieron si se alinearán a los dictados del bloque K, aunque tal incógnita podría tratarse de una estrategia para que la provincia consiga partidas extras provenientes de la Nación.
Por su parte, la Unión Cívica Radical (UCR) tendrá 16 senadores (incluyendo los dos del Frente Cívico de Catamarca y a Emilio Rached de Santiago del Estero) y el Peronismo Federal 9. En el no kirchnerismo ‘quizás también en la oposición, eso se verá en cada votación’ también debe contarse a la senadora Graciela Di Perna, quien responde al gobernador chubutense Mario Das Neves.
En la oposición también se suma el bloque socialista de Rubén Giustiniani (Santa Fe) y los que conforman los cordobeses Norma Morandini y Luis Juez (ambos del Partido Nuevo), además de María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica), Samuel Cabanchik (Proyecto Buenos Aires Federal), Juan Agustín Pérez Alsina (Partido Renovador de Salta) y María José Bongiorno (Encuentro de los Rionegrinos). La oposición en conjunto suma 33 senadores.
Por último, también es incierto el comportamiento que tendrán los senadores correntinos Josefina Meabe de Mathó y José María Roldán, quienes, si bien fueron electos por una lista del partido del saliente gobernador de Corrientes Arturo Colombi, podrían alinearse con el gobernador entrante Ricardo Colombi (que asume este jueves en el marco de un acuerdo con el kirchnerismo).
Por ende, a partir de 2010 para aprobar (o dar de baja) proyectos tanto el oficialismo como la oposición dependerán de un puñado de senadores, quienes con su voto definirán la suerte de las propuestas para el campo provenientes de la Cámara baja.
La posibilidad de que el kirchnerismo sume aliados entre senadores pertenecientes a provincias con problemas financieros (tal como ocurrió en el caso de Neuquén y Tierra del Fuego) sigue siendo elevada en la actual coyuntura económica, a menos que el propio Congreso determine un cambio sustancial en los criterios para distribuir la coparticipación federal.
(actualizado a las 20:43 horas)
