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Víctima de la sequía: Tambero se vio obligado a vender todos sus animales

Un productor de Tezano Pintos, un pequeño pueblo de la provincia de Entre Ríos aseguró que no recuerda una sequía como la que atraviesa la región este último tiempo. Conocé su historia.

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Por Infocampo

Un productor de un pueblo rural en Entre Ríos, dialogó con un medio provincial sobre la lamentable situación que está enfrentando en su establecimiento y las drásticas medidas que tuvo que realizar para salvar su economía.

“La situación es muy crítica y prácticamente se va agravando día a día”, dijo el productor de Tezano Pinto, Carlos Llorenz. “No hemos podido hacer reservas para el invierno y lo poco que se puede hacer, lo están consumiendo los animales. Estamos esperando una buena lluvia para ver si se soluciona un poquito”, indicó preocupado.

En cuanto a las precipitaciones, detalló que sus registros fueron en noviembre de 80 mm; en diciembre 78 mm; en enero 11 mm; y en febrero 18 mm. “El milimetraje fue muy poco, y no alcanza”, se lamentó.

“La situación es muy muy mala. Esperamos a que en marzo, el tiempo se comporte un poquito mejor”, dijo y uno de sus hijos agregó que “el invierno va a ser crítico, los animales van enflaqueciendo y la producción de leche cae día a día”.

El tambo familiar cuenta con 90 vacas en ordeñe y alrededor de 40 vaquillas de reposición, pero al no contar con reservas para alimentarlas, debieron ponerlas a la venta.

Esto es asi ya que hay pocas reservas de pasto. Solo pudieron hacer 50 rollos de alfalfa siendo que antes producían 80 rollos y aseguran que los silos de sorgo tampoco están dando los rindes esperados.

De acuerdo a lo que comentaron, las consecuencias de la sequía, también están ocasionando indirectamente la muerte de los animales.

“Al no haber pasto, crecen yuyos como el duraznillo, y los animales comen esos rebrotes que son altamente tóxicos. En otros lugares, se van secando los arroyos y tajamares, las vaca entran ahí y quedan empantanadas”, explicó Llorenz.

La familia productora apostó al tambo porque es una actividad que viene de familia. “Siempre quisimos tener más vacas para producir más pero hay tan poco pasto que hemos decidido vender algunos animales y lamentablemente, tampoco hay quién compre” concluyó Llorenz.