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EE.UU.: compró semillas, acopió y Monsanto lo pescó

Cuatro meses en prisión durante el año pasado, fortalecieron la voluntad del productor agropecuario Kem Ralph, para intentar vencer a la multinacional Monsanto en una pelea que lo ha convertido en personaje célebre entre los productores que acopian semilla en los Estados Unidos. Así, comienza un artículo publicado el pasado 26 de septiembre por el... Read more »

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Por Infocampo

Cuatro meses en prisión durante el año pasado, fortalecieron la voluntad del productor agropecuario Kem Ralph, para intentar vencer a la multinacional Monsanto en una pelea que lo ha convertido en personaje célebre entre los productores que acopian semilla en los Estados Unidos.

Así, comienza un artículo publicado el pasado 26 de septiembre por el diario The Commercial Appeal , de la ciudad de Memphis, del estado de Tennessee, en ese país, que informa que Monsanto ganó un juicio por u$s2,9 M por infracción de patente contra Ralph, quien no sólo hizo acopio ilegal de la semilla genéticamente modificada (OGM) por la compañía sino que destruyó la evidencia y mintió sobre ello en el juicio.

En tanto, el año pasado Ralph debió pasar cuatro meses en la cárcel luego de que un juez federal lo mandara a prisión por cargos de fraude de correo, conectados con las semillas que acopió en Missouri.

Ralph sostiene que su comportamiento está justificado y agrega que Monsanto tiene un monopolio ilegal sobre las semillas que el USDA cuantifica en más de 80% de la soja y algodón sembrados en Norteamérica.

Unos cuantos productores de la región fueron a la corte con Monsanto peleando por lo que ellos consideran un derecho inherente.

Con el fin de recuperar costos de investigación, Monsanto les exige a los distribuidores el cobro de un honorario tecnológico por cada bolsa de semillas que venden. Una porción de ello va a Monsanto como royalty. Por otro lado, se les requiere a los productores la firma de un contrato que los compromete a no acopiar la semilla de una campaña a la otra o darla a terceros.

Tommy Dickerson, gerente de una distribuidora de semillas de Missouri dijo que 99% de sus clientes piden semillas OGM. Según Dickerson, los productores de algodón pueden llegar a ahorrar algo más de u$s200 por héctarea con la semilla resistente a insectos patentada también por Monsanto mientras que los productores de soja ahorrarían más de u$s80 con la soja RR. Los clientes de Dickerson pagan unos u$s6,25 en honorarios de tecnología por la bolsa de soja, lo que les alcanza para sembrar un acre. En cuanto al algodón, el promedio de los honorarios es de u$s230, dijo Dickerson, casi tres veces el valor de la semilla.

Ralph alegó que él no había firmado el acuerdo de tecnología y que alguien más lo había hecho por él y antes de comenzar el juicio quemó las semillas acopiadas aun habiendo firmado un compromiso de no hacer nada con ellas hasta el comienzo del juicio.

Lo cierto es que en diciembre de 2002 un jurado determinó que Ralph debía pagar a Monsanto u$s803.402 por pérdidas de royalties. La corte triplicó la suma por dolo y agregó otros u$s527.321 por honorarios de abogados, intereses y costas. Más tarde la corte ordenó a Ralph reembolsar a Monsanto un adicional de u$s104.506 por los gastos que causó la investigación de sus mentiras en la corte.

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