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Queremos tanto al girasol

Las dos jornadas de análisis de la situación actual y el futuro de la cadena de girasol en la Tercera Edición del Congreso Nacional de Girasol, organizado por Asagir, dejaron en claro que se trata de un producto que pelea por mantener su lugar y por crecer frente a un competidor fuerte como es la... Read more »

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Por Infocampo

Las dos jornadas de análisis de la situación actual y el futuro de la cadena de girasol en la Tercera Edición del Congreso Nacional de Girasol, organizado por Asagir, dejaron en claro que se trata de un producto que pelea por mantener su lugar y por crecer frente a un competidor fuerte como es la soja. Que atraviesa un período especial en el que las tecnologías como los genes de resistencia a sequía y la clearsol para el control de malezas apuestan a maximizar los rendimientos. Crece la siembra directa como sistema de producción y los precios dan un guiño alcista que lo vuelven tentador. Las demandas del mercado apuntan a los aceites medio y alto oleico y el cambio del poder adquisitivo en países como India y China mueven el tablero de la demanda. Y a partir de la creciente producción de biodisel, se abren nuevos nichos para el aceite de girasol para consumo humano.

Mientras todo eso ocurre en el mundo, aquí la cadena factura 1.400 millones de dólares y transfieren al Estado Nacional 315 millones de dólares. Ésos son los números finales, pero, sin dudas, todo comienza en las semillas y en cada eslabón de esta cadena hay algo por mejorar.

Ignacio Lartirigoyen centró al productor como actor relevante que modifica la realidad con sus acciones.

Esteban Hopp, investigador del INTA, indicó como tecnología a futuro inmediato en biotecnología la difusión de herramientas para trabajar con mayor número de genes a través del uso de chips de ADN para caracterizar los genes clave que van a impactar en el mejoramiento del cultivo.

Intersiembra con soja

Mayor productividad, más rentabilidad

Pablo Calviño, asesor de productores de grupos CREA, enfatizó que la renta del productor depende de los precios y los rindes. Advirtió que la búsqueda de avances en rendimientos es lenta. El cambio debe producirse a través del manejo eficiente de los recursos. “Aprovechar al máximo el agua, la radiación y los gastos indirectos.” La intersiembra es una posibilidad que permite aprovechar los recursos. Y la combinación se puede realizar porque la soja tiene un período crítico lejano de otros cultivos como el trigo o el maíz. “Es posible hacerlo en la medida en que el primer cultivo llegue a madurez antes de que el segundo ingrese en el período crítico. El girasol y la soja son buenos aliados”, dijo. Comentó que en los ensayos realizados con esta combinación lograron rentabilidades superiores en 36% a la de los lotes de girasol solo.

Fertilización

Cómo alimentarlo

El investigador Martín Díaz Zorita señaló que en los últimos años hubo importantes cambios en los sistemas de producción de este cultivo. Básicamente con la introducción de la siembra directa. “Tienen que prestar mucha atención a los requerimientos de nitrógeno, fósforo y boro. No alcanza con corregir las faltantes, hay que aplicarlos de acuerdo a los valores que indiquen los resultados de los análisis de suelo y en los momentos en los que el girasol más lo requiere”, dijo.

Sobre las necesidades señaló que requiere 41 kilos de nitrógeno por tonelada de grano producida, 5 de fósforo y 250 gramos de boro. Advirtió que las respuestas son variables en función de la disponibilidad de agua en los perfiles.

Acerca de los momentos de aplicación comentó respecto del nitrógeno que las que se realicen a a la siembra son más eficientes, especialmente en suelos fríos.

Verónica Puig vpuig@infocampo.com.ar

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