‘La Oncca a través registros previos, la Aduana a través de normas de precios referenciales, y la Secretaría de Comercio con facultades para prohibir las ventas al exterior, transformaron al negocio exportador en un verdadero desorden’. Así lo indicó Guillermo Draletti, presidente de la Unión General de Tamberos en un artículo publicado hoy en El Federal.
‘Pese a que se había convenido que una comisión técnica y una consultoría harían el seguimiento de retenciones y compensaciones, esto nunca funcionó’, afirmó Draletti, para luego agregar que ‘las compensaciones, inicialmente pensadas para los tamberos, comenzaron a derivarse a las industrias lácteas’.
En 2007 la producción láctea cayó un 8% con respecto a 2006 y las exportaciones casi un 40%. Mientras que la rentabilidad tambera quedó acotada, limitando el crecimiento, y faltaron productos en las góndolas aun antes de la reciente huelga agropecuaria.
‘El productor duda de las medidas que inicialmente tenían por objetivo mejorar a las producciones como la nuestra, intensivas y hechas por pequeños productores’, señaló Draletti.
‘Con un espíritu de colaboración, nuestras buenas intenciones siempre chocaron contra la instrumentación burocrática’, concluyó.

