Las malezas anuales que afectan al cultivo de trigo y pertenecen a su misma familia botánica constituyen una problemática muy difícil de combatir.
La avena negra y el raigrás son las principales especies que compiten por los recursos e impactan negativamente sobre los rendimientos potenciales. Principalmente en el sur bonaerense, se encuentran muy arraigadas y representan un importante hectareaje. La falta de desarrollo de herbicidas selectivos permite que estas gramíneas cumplan con su ciclo ontogénico e incrementen el aporte de semillas al banco del suelo.
El desarrollo del programa Clearfield para trigo, análogo al de girasol y maíz, consiste en conferirle al cultivo resistencia a los herbicidas de la familia de las imidazolinonas, las cuales actúan inhibiendo la producción de proteínas específicas que intervienen en el crecimiento de las malezas.
En el trigo Clearfield existirá un herbicida específico para este cultivo con amplio espectro de control. A nivel mundial, la tecnología Clearfield ya se encuentra de manera comercial en Estados Unidos, Canadá y Australia, y los resultados en cada uno de estos casos han sido muy satisfactorios.
Junto a nuestro país, Chile, Paraguay y Uruguay también adoptaron el programa de mejoramiento, que en dos campañas tendrá las variedades comerciales disponibles en el mercado.
Los semilleros Buck y Nidera lanzarán los primeros materiales Clearfield para nuestra región triguera. Infocampo dialogó con los diferentes actores involucrados en el desarrollo de este proceso. Desde BASF, el ingeniero agrónomo Esteban Bojanich detalló las ventajas de adoptar esta tecnología.
“La incorporación de esta resistencia permitirá el control de malezas como avena fatua y raigrás, a la vez que la simplificación en un único herbicida de lo que actualmente se realiza en varios tratamientos”, explicó el especialista.
Para el sudoeste, la tecnología Clearfield tiene una ventaja extra ya que al ser ambientes pluviométricamente deficitarios (precipitacio-nes menores o iguales a
A su vez en estos ambientes, los sistemas de íntersiembra trigo/soja son parte de las nuevas tecnologías usadas por el productor, Bojanich agregó que esta tecnología permitirá mantener el entresurco libre de malezas para el cultivo intersembrado durante mayor tiempo.
Las imidazolinonas han tenido alta repercusión sobre los sistemas de siembra directa, ya que a diferencia de otros preemergentes, no quedan retenidas en el rastrojo y al aplicarse se lava e incorpora aumentando la eficacia del producto, cuya residualidad acompaña hasta cosecha.
Debido a que la problemática de las gramíneas anuales se ha ido extendiendo hacia otras regiones trigueras, el especialistas concluyó en referencia a la potencialidad y las expectativas de esta tecnología, “el trigo Clearfield viene para complementar el desarrollo de esta tecnología en Argentina; en la medida que su alta performance sea conocida, el productor la adoptará en función de la velocidad con que los semilleros la incorporen a las distintas variedades adaptadas a cada zona”.
Semilleros. Tanto Buck Semillas SA como Nidera apuntan a la campaña 2010 para la comercialización de los materiales Clearfield.
En ambos casos sostienen la alta eficacia de la tecnología probada experimentalmente en el control de gramíneas anuales principalmente avena negra y rye grass.
Desde Buck, su presidenta la licenciada Hilda Buck, destacó que ya se encuentra inscripta en ambos registros, la variedad de ciclo corto Buck 55 Cl como trigo clearfield y durante esta campaña se encuentra en proceso de multiplicación.
El semillero hace nueve años que comenzó a desarrollar esta tecnología y apela a la amplia aceptación del material especialmente por productores de sur y el oeste bonaerense.
Finalmente la licencida agregó que continúan investigando sobre la incorporación de estos genes a distintas variedades, con lo cual a posteriori de este lanzamiento habrá un menú de variedades de trigo Clearfield de distinto ciclo, calidad y perfiles sanitarios.
Pablo Bergadá, director de investigación de Nidera, comentó: ‘Hace cinco años que venimos desarrollando variedades de trigo con resistencia a imidazolinonas y que este momento nos encontramos en proceso de inscripción.’
En este caso serán dos variedades de trigo duro colorado de ciclo intermedio adaptadas a las subregiones II Sur, IV y V Sur.
El especialista apuntó que esta tecnología permitirá ampliar mucho más el espectro de control actual de malezas que se logra con sulfunilureas y hormonales, y agregó que desde hace tres años BASF está ajustando junto al criadero cual será la imidazolinona ideal para estos trigos, que la campaña entrante ingresarán en el proceso de multiplicación.
Bergadá aclaró que hay un creciente avance de la gramíneas anuales como consecuencia de la siembra directa y que este herbicida impactará sensiblemente sobre el banco de semillas.
Para concluir sostuvo: ‘La imidazolinonas no generan ningún efecto fitotóxico sobre estas variedades resistentes ni tampoco un efecto detrimental sobre el rendimiento.’
Malezas. En relevamientos recientes la avena negra, se ha observado en más del 60% de los lotes de trigo, en cambio en el caso de raigrás existe una menor incidencia, alrededor del 40% dependiendo de los partidos que estemos considerando.
El ingeniero agrónomo Ricardo López de Inta Bordenave explicó: “La avena fatua es muy cosmopolita se extiende en todas las áreas donde se cultivan cereales; en Argentina está instalada en el sur bonaerense pero hay registros del sur cordobés y santafesino.” La avena disminuye el rinde entre un
