Las autoridades brasileñas están planificando crear un régimen de subsidios directos para promover la siembra del cereal en la región del Cerrado del vecino país. Así lo indicó hoy un artículo publicado por el diario brasileño Valor Económico.
En el ciclo 2009/10 Brasil produjo 5,0 millones de toneladas de trigo y necesitará 10,6 millones para cubrir su demanda interna del cereal, según datos oficiales de la Conab. Tradicionalmente el déficit brasileño se cubría con importaciones provenientes de la Argentina. Pero en el vecino país ya no confían en su proveedor histórico.
‘En la zona es posible desarrollar un modelo integrado de producción, de modo que el productor local segregue el producto que necesitamos. No es posible conseguir el productor en la Argentina, que está afectada por el gobierno anti-agropecuario de Cristina Kirchner’, dijo a Valor Económico Domingos Costa, propietario de la industria molinera Vilma Alimentos, localizada en Contagem, estado de Minas Gerais.
La mayor parte del trigo brasileño es producido en los estados sureños de Paraná y Rio Grande so Sul. En los estados de la región del Cerrado (Minas Gerais, Goiás, Mato Grosso do Sul y el Distrito Federal) la cosecha del cereal por el momento es ínfima (ver cuadro).
Eso sucede porque el trigo en dicha región sólo es viable si se lo produce bajo riego con productividades de 40 a 70 qq/ha. ‘Aquí sólo se siembra trigo si tiene un contrato hecho, sino ¿quién nos va a garantizar el precio de venta? Esta es la cuestión’, dijo José Carlos Ferigolo, presidente de la Cooperativa Agrícola de Unaí (Coagril).
Unaí es una pequeña ciudad del estado de Minas Gerais, localizada a unos 180 kilómetros de Brasilia y con una población del orden de 60.000 personas. En su zona de influencia tiene alrededor de 40.000 hectáreas bajo riego, pero se dedican en su mayor parte a la producción de maíz y porotos.
Los industriales molineros locales están entusiasmados ante la posibilidad de que aparezca un programa oficial que contribuya a incrementar la oferta regional de trigo. ‘No podemos quedarnos a esperar que haya un cambio de políticas en la Argentina’, indica Ilvio Andrade, vicepresidente de la firma Moinho Sete Irmaos, localizada en Uberlandia (Minas Gerais).

