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Mendoza: por el cepo importador, aún no hay insumos para la vendimia

A 15 días del comienzo de la temporada, proveedores de enzimas y levaduras denuncian que sus DJAI están frenadas desde setiembre. Hasta ahora, no encontraron respuestas.

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Habitualmente a esta altura de enero los proveedores de insumos enológicos ya están stockeados y listos para empezar a abastecer a sus clientes y las bodegas aprestándose de a poco para la vendimia, pero en el ciclo 2014 la situación es diametralmente opuesta, según publicó Los Andes.
 
El cepo que representa la exigencia de Declaraciones Juradas de Importación (DJAI) para ingresar productos ya es un dolor de cabeza, puesto que muchas de ellas se acumulan desde el año pasado sin autorización de Comercio Interior y otras fueron rechazadas, con lo cual hay dudas de si levaduras, enzimas y roble, sin sustitutos locales, llegarán a tiempo.

Tanto, que una decena de proveedores, de 15 afectados, enviaron una nota al ministro de Agroindustria, Marcelo Barg, para que interceda para destrabar el trámite ante el secretario de Comercio de la Nación, Augusto Costa. A casi un mes, el escrito todavía no tiene respuesta.

“Estamos en una situación muy crítica, porque en dos semanas comienza la vendimia 2014 y muchas empresas ya tienen cargas acumuladas en Puerto Seco o Zona Franca Mendoza y otras vienen en camino pero sin las DJAI autorizadas u observadas”, explica Lorena Corvalán, gerente de la firma Gransud, una de las firmantes.

Informalmente, desde las empresas asumen que hasta ahora es que para la SCI “la prioridad por ahora la tiene el acuerdo de precios”. Aseguran que tampoco son una salida los acuerdos de compensación de importación por exportación de vino que, como el de Gransud y bodega Segundo Correas, fueron rechazados.

Declaraciones “varadas”

Mientras, un ejemplo grafica la situación: de 10 DJAI de distintos productos, equivalentes en valor a algo más de U$S 446 mil, presentadas por una empresa desde setiembre de 2013, sólo se autorizaron 200 kilos de levadura sobre un total de 15 mil. Esto es, apenas 2% de todo lo solicitado.

El cuadro afecta también a enzimas necesarias para la fermentación, y roble en distintas formas (chips, polvo, duelas para barricas y unidades nuevas), que esperan en depósito de Puerto Seco el OK para su nacionalización; esto es, para ser “desaduanadas”.

Todas las miradas están en el poder de reacción de Costa y de la subsecretaria de Comercio Exterior, Paula Español. Quienes conocen la dinámica de la Secretaría que monitorea el comercio interior y exterior de Argentina, señalan que las trabas a las autorizaciones son en parte herencia de su antecesor, Guillermo Moreno, cuyos platos rotos no quiere pagar.

Además de una casi lógica acumulación de DJAI; pasaron de 6 mil a 16 mil por día, de acuerdo a datos de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) que confirma atrasos de hasta un año.

Ayer, en tanto, se conoció que la Secretaría de Comercio Interior implementó una nueva metodología por la cual Costa ya no atiende en particular a empresas en apuros. Sólo queda el canal virtual para reclamar vía web. Así, se otorga un número de registro para que el mismo importador haga un seguimiento de su trámite y no se dupliquen presentaciones.

Por su parte, el ministro Barg promete, “cuando haya urgencias”, pronta solución.
 
“Hubo una transición en la Secretaría, porque no fue sólo un cambio de funcionarios sino de perfil también, con otra sistematización para evitar el lobby de ciertos sectores y que haya superposición de pedidos. Igualmente, estamos abocados a diligenciar los trámites y destrabarlos lo antes posible, para lo cual se busca un mecanismo más ágil, que permita discriminar productos según sean o no producidos en el país, pero siempre que haya de parte de las empresas un compromiso con los precios”, aclaró Barg.

Según el gerente de CIRA, Miguel Ponce, “las Cámaras deben avalar que los reclamos sean por necesidad real y no para sobre stockearse. En tanto, en muchas economías regionales se está repitiendo el cuadro: además de la vitivinicultura, alcanza a la fruta Alto Valle, tabacaleras, repuestos para maquinaria y hasta vacunas para grandes hospitales”.

El dirigente admite: “Estamos preocupados y expectantes, porque esperamos que se solucionen los atrasos que dejó Moreno, y que se haya aprendido la lección”.

Al mejor postor

“Pese a que los clientes conocen la situación, es increíble que no tengamos insumos a pocos días de empezar la cosecha”, se quejan los importadores, a sabiendas de que esta vez no habrá fidelización que alcance.

Con razones de sobra, las bodegas confirman que la necesidad tiene cara de hereje. “El tema nos afecta a todos y obliga a gestionar permanentemente en Buenos Aires para tratar de lograr las autorizaciones a las DJAI. Tal vez acumulándolas, en algún momento alguna deberá salir. Mientras tanto, ni dudarlo: con el primero que me ofrezca lo que necesito y en la cantidad suficiente, cierro trato”, asegura Daniel Catalá, responsable local de RPB Baggio.

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