Este miércoles se realizó la “Reunión Nacional: Gestión de Envases vacíos de Agroquímicos” en la Sindicatura General de la Nación en una jornada con mesas de discusión y debate que comenzó a las 9 de la mañana y culminó cerca de las 19.
Entre los comentarios que recogió El Enfiteuta tras la jornada, está la convicción de que el gobierno aunó criterios desde las carteras de Agricultura, Ambiente y Salud, para sacar finalmente una ley de envases agroquímicos, antes de fin de años. Así un proyecto podría ser presentado en poco tiempo más, para que después del mundial de fútbol comience su debate y terminar el mes de agosto con la media sanción de la Cámara de Diputados. En el Senado la aprobación sería apenas un trámite.
Luego de diez horas de exposiciones y discusión en la que participaron funcionarios nacionales de diversas áreas de gobierno, provinciales, legisladores, organizaciones de empresas productoras de fitosanitarios, usuarios de esos productos, ingenieros agrónomos, y casi toda institución vinculada al tema, en el cierre de la jornada quedó claro que no se puede esperar más para sacar una normativa.
Uno de los nudos de la discusión pasa por la ley 24.051 que estableció que los envases vacíos de fitosanitarios estaban clasificados como residuos peligrosos. En cambio los que contienen el producto y están sin abrir no tienen la misma clasificación.
Desde un perfil más ambientalista como el de la Subsecretaría de Políticas Ambientales a cargo de Carla Figliolo, se resisten a que los envases sean desclasificados respecto de lo establecido en la norma citada. Desde un lugar más pragmático, se cree que no solamente hay que desclasificar al envase sino además sancionar una ley que regule su tratamiento con presupuestos mínimos.
Según publicó El Enfiteuta, no se trata de un problema menor, ni de costos menores. El traslado de un residuo peligroso requiere un transporte especial y medidas de seguridad al que no todo el mundo puede acceder. Eso produce que en la práctica, los tachos se apilen en un campo a la intemperie o directamente sean derivados a un circuito informal, fin del problema para el productor.
De allí que para Ricardo Weiss, coordinador de la Comisión de Fitosanitarios de Fadia (la Federación de ingeniería agronómica) la ley 24.051 tiene una exigencia tan elevada que lleva a los productores a buscar la solución de los envases en el circuito informal que además es “muy eficiente”, o peor aún, que no busque ninguna solución por lo cual los envases son usados para cualquier cosa por cualquier persona que los encuentra. “Nos está saliendo más caro el collar que el perro”, bromeó en su tonada cordobesa.
Con la idea de que “lo perfecto es enemigo de lo posible” el Director Ejecutivo de Casafe, Juan Cruz Jaime, indicó que por el sistema AgroLimpio que se desarrolla desde hace una década únicamente por organización privada se comenzaron recolectando 500 toneladas de plástico que el año pasado ascendieron a 2.500, y unas 13.000 personas capacitadas por la entidad en el ámbito público y privado.
En la apertura el Secretario de Agricultura, Gabriel Delgado, marcó el respaldo de la cartera para sacar una legislación lo antes posible. En la misma línea se mostró el presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, Luis Basterra. Sabido es el respaldo que la regulación tendría por parte de la mayoría de los bloques políticos además.
La voz de la Secretaría de Ambiente en las conclusiones estuvo a cargo de Pablo Suárez, de la Dirección de Articulación Institucional de la cartera. La idea del funcionario es avanzar sobre las coincidencias para una normativa y coincidió con el diputado Basterra de legislar para establecer “presupuestos mínimos”.
También advirtió sobre una consecuencia de lo que está sucediendo actualmente ante la encerrona que genera la legislación actual. En Monte Buey, Córdoba, “pagan 50 pesos por los bidones usados” que conserven la etiqueta aseguró. “Los usan para vender agroquímicos adulterados”, explicó.
Desde el ministerio de Salud de la Nación, Ernesto De Titto, reflexionó acerca de la “encrucijada” de una ley nacional (la 24.051) que a niveles locales no está siendo aplicada por la flexibilidad de autoridades regionales, y añadió que “es difícil la solución perfecta”.
“Necesitamos una ley de envases” dijo Enrique Orban, Subsecretario de políticas ambientales, al concluir la jornada. “No hay peor ley que la que no puede aplicar” sintetizó para remarcar las necesarias modificaciones que la realidad impone a la 24.051.
