La elaboración de vinos espumantes en Argentina crece sostenidamente desde 2009 hasta la fecha y la demanda acompaña este crecimiento y empieza a adquirir mayor participación en el mercado argentino ya que de representar en 2005 el 1,6% del total de vinos despachados en 2013 fue el 4% aproximadamente, según publicó Diario de Cuyo.
Un informe realizado en conjunto entre la Gerencia de Desarrollo Estratégico de Coviar y el Observatorio Vitivinícola Argentino señala que en el período comprendido entre los años 2005 y 2013, el volumen de vino espumante fraccionado y el número de bodegas fraccionadoras creció significativamente, pasando en el primer caso de 22 millones a 43 millones de litros (aumento del 93%) mientras que de las 61 bodegas fraccionadoras de espumantes en 2005, el sector registró en el año 2013, 127 establecimientos.
Es decir que el crecimiento estuvo motorizado por un aumento del número de empresas que ingresaron al negocio de los espumantes, lo que se verifica a través de la participación de las cinco principales empresas que pasaron de representar 77% de la oferta al 57% en 2013, pasando así de un mercado muy cercano a la concentración a uno diversificado.
En línea con el aumento de la producción, las ventas (despachos) de vino espumante en el mercado interno crecieron de aproximadamente 18 millones de litros en 2005 a 40 millones de litros en 2013 (un crecimiento acumulado del 116%).
El crecimiento de la oferta de vinos espumantes a nivel regional es también otro punto significativo, ya que entre 2005 y 2013 se registraron más bodegas fraccionadoras en el territorio nacional.
La estacionalidad en el consumo de espumantes ha sido siempre muy marcada, ligada a las celebraciones de fin de año, y si bien esto sigue siendo una característica del mercado, lentamente la tendencia se está suavizando y el consumo se está distribuyendo paulatinamente de manera más constante durante todo el año.

