En el ranking de especialidades agrícolas –productos de alto valor agregado– con una carga tributaria excesiva se encuentran las semillas de lino con un derecho de exportación del 23,5% sobre el valor FOB, según publica el sitio valorsoja.com.
En los últimos años viene creciendo el consumo –tanto local como externo– de “semillas saludables”. Tanto la chía como la quínoa y el alpiste tienen una retención del 20%. El primero de tales cultivos tiene un potencial de crecimiento enorme en el NOA al disponer de una demanda creciente en Europa, Japón y EE.UU. Los valores FOB de las operaciones de exportaciones de chía declaradas en las últimas semanas se ubican en un rango de 930 a 2500 u$s/tonelada.
Otras semillas “saludables” también castigadas por la política tributaria son el sésamo, que tiene un derecho de exportación del 10%, y el girasol confitero con una retención del 10,0% y un reintegro del 1,35%.
Otros casos insólitos son los del trigo candeal –que tiene un derecho de exportación del 23%–, el cual se emplea para elaborar pastas de alta calidad, y el maíz colorado, con una retención del 20%, que suele usarse para la elaboración de corn flakes o cereales de desayuno.