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Aseguran que los espumantes siguen creciendo sin parar en todos los países

En alza: mientras el consumo mundial de vinos aumentó un 4% en la última década, los vinos espumosos (que representan un 6% del consumo total de vinos), registraron un incremento del 30%.

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Por Infocampo

La producción mundial de vinos espumosos ha alcanzado los 17,6 millones de hectolitros en 2013 y registra un aumento del 11% en relación con 2012 y del 40% en los últimos 10 años, según el último informe de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).

La parte correspondiente a los vinos espumosos con respecto a la producción total de vino también ha aumentado significativamente estos últimos años. Mientras que en el año 2000 el espumoso no representaba más que el 4% de la producción mundial de vinos, en 2013 ha sobrepasado el 7%, publicó Diario de Cuyo.

La producción de vinos espumosos se diversifica: mientras que en 2000, el 74% de los vinos espumosos era producido por cuatro países de la UE (Francia, Italia, Alemania y España), en el año 2013 estos países no aportan más que el 63%.

Francia sigue siendo el principal país productor, con 3,5 millones de hectolitros producidos en 2013.

El champagne representa, por sí mismo, más del 15% de los vinos espumosos producidos en el mundo.

Italia con 3,2 millones de hectolitros es el segundo país productor. Su producción ha experimentado un importante progreso en estos últimos diez años, 22% más en relación a 2002. Alemania, con 2,6 millones de hectolitros se encuentra en la tercera posición, los vinos espumosos representan el 31% de su producción vinícola. Por su parte, España produce 1,8 millones de hectolitros.

Si bien la producción de este tipo de vinos sigue concentrada en Europa occidental, los países de Europa del Este, así como también Australia y Estados Unidos, adquieren mayor importancia. En estos países, la producción de vinos espumosos ha aumentado notablemente en los últimos diez años (29% más en Australia, 25% más en Estados Unidos e incluso se ha triplicado en Argentina con un 198% y en Brasil, con un 248%).

Consumo:

La estacionalidad del consumo de los vinos espumosos es su principal característica. En general, se lo asocia a las celebraciones de fin de año. Sin embargo, se nota una tendencia a suavizar estos picos de consumo. Manteniéndose estable a lo largo de todo el año. Actualmente, los vinos espumosos se consumen de manera más regular y menos específica, se asocian a todas las celebraciones (como los aniversarios, despedidas por jubilaciones, etc.) y también se consumen durante los aperitivos y forman parte de los cócteles.

Mientras el consumo mundial de vinos aumentó un 4% en estos diez últimos años, los vinos espumosos (que representan un 6% del consumo total de vinos), registraron un incremento del 30%. Tras una disminución debida a la crisis, el consumo vuelve a crecer en estos últimos tres años, para llegar hasta los 15,4 millones de hectolitros, un progreso del 4% en relación al año anterior.

Los mercados de los vinos espumosos alemán y francés siguen siendo los más importantes, con un consumo de 3,1 y 2,1 millones de hectolitros en 2013, respectivamente. Sin embargo, existe un interés creciente por estos vinos fuera de la Unión Europea, principalmente en Estados Unidos, Australia, Rusia y en los países de Europa del Este, que han aumentado notablemente su consumo durante los últimos diez años. La progresión del consumo australiano de este tipo de producto (más 7% en cinco años y más de 42% en diez años) se puede explicar por el buen nivel del poder adquisitivo australiano y por un efecto moda. El consumo de champagne y de espumosos en general, también tiene una tendencia al alza en China. Este país es actualmente el quinto importador de champagne del mundo, después de la Unión Europea e inmediatamente por debajo de Estados Unidos, Japón y Australia.

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