Las legumbres no le escapan a la dura realidad que viven la mayoría de los commodities. Gabriel Prieto, técnico del Inta Arroyo Seco, dialogó con Infocampo y aseguró que “las legumbres en general no escapan a las reglas y a la actualidad del campo; la lenteja, por ejemplo, tiene un área bastante más restringida que la arveja; la causa fundamental es el conocimiento del cultivo, mercado, disponibilidad de genética, es una rueda que todavía no se puso en marcha en forma significativa”.
Panorama general
“En arveja el panorama es diferente porque se ha difundido más que la lenteja y ha salido más del área típica como el sudeste de Santa Fe, hoy se siembra mucho en el norte de Buenos y centro-norte de Santa Fe/Entre Ríos, no mucha superficie, pero en todas esas regiones se está haciendo arveja”, remarcó Prieto.
Además, el técnico del Inta añadió que “la arveja que Argentina históricamente produjo y exportó es la arveja verde, cuyo destino comercial es Brasil y las condiciones actuales de recesión y devaluación de su moneda frenó y trabó bastante las exportaciones argentinas y estamos en un stand by, la calidad de las arvejas argentinas no compite con las de Canadá, por ejemplo, que es el principal productor mundial”.
A su vez, y con optimismo, Prieto remarcó que “en donde sí se ve un panorama diferente es en lo que respecta a arvejas amarillas, el mercado mundial y el gran volumen del mercado mundial de arvejas es de arvejas amarillas, el cual es muy masivo, y Argentina todavía no produce la misma cantidad que arvejas verdes, porque no lo hacía, porque no había
genética y los mercados son distintos, afuera del Mercosur, sino lo que es decididamente Asia”.
Y continuó: “Un jugador muy importante en este tema es China, que todavía no tiene aprobado los protocolos para comprar arveja amarilla de Argentina. Esas negociaciones están avanzadas y es probable que haya novedades en el mediano plazo. Si China empieza a comprar arveja amarilla a Argentina vamos a necesitar muchas más hectáreas para satisfacer esa demanda”.
A la hora de comentar sobre el área de siembra, Prieto explicó que “a nivel nacional, las arvejas en la ultima campaña se sembraron alrededor de 80 a 120.000 hectáreas, está un poco más arriba de la colza, y además exportamos alrededor de 120.000 toneladas, si exportáramos lo que exporta Canadá, necesitaría- mos un millón de hectáreas”.
Sobre cómo se viene desarrollando la presente campaña de las legumbres, Prieto expresó que “los productores están teniendo mucha cautela a la hora de tomar una decisión, en un año que están muy a la expectativa de que cambien las condiciones, y esto no va a ser antes de octubre o diciembre”.
Además, el especialista aseveró que “esta campaña es de transición, en víspera que dé un salto la que viene, y más con las condiciones de precios que hoy tenemos de todos los productos agrícolas, no solamente trigo soja y maíz, sino las legumbres también, que bajaron sensiblemen- te su precio”.
Muy buenas antecesoras a soja
Las legumbres son un excelente antecesor para los cultivos de verano, no reemplazan al trigo, pero tienen unas marcadas ventajas respecto de ese cultivo, porque son de ciclos más cortos, consumen menos agua; la arveja deja un balance de nitrógeno menos negativo que el trigo, porque es una leguminosa y su rastrojo es rico en nitrógeno.
Además, el técnico del Inta resaltó que “la arveja tiene importantes respuestas a fósforo cuando los niveles de nutrientes están por debajo de las 12 ppm, y es un dato clave tener un muy buen análisis de suelo, bien representativo, y con valores por debajo de eso, la fertilización es altamente efectiva desde el punto de vista productivo y económico”.
Por caso, Prieto destacó que “por encima de eso, la recomendación es fertilizar con menor cantidad como arrancador, y sin otros requerimientos, pero sí, para que el nitrógeno pueda tomar más eficientemente, es necesario inocular con productos específicos”.
Por último, el especialista añadió que “la gran ventaja de la arveja respecto al trigo es que se cosecha a principios de noviembre, y la soja de segunda, y el atraso de la siembra de maíz, se puede hacer una exitosa secuencia de arveja-maíz de segunda en un mismo ciclo”.
A tener en cuenta
Las legumbres están atravesando una campaña de transición, donde se estima un área de arveja de entre 80.000 y 120.000 hectáreas.
Gabriel Prieto, técnico del Inta Arroyo Seco, aseguró que “se ve un panorama diferente en lo que respecta a las arvejas amarillas, donde China es un fuerte jugador y Argentina podría exportar, pero necesitaríamos realizar alrededor de un millón de hectáreas”.
Por Alejandro Besana, Semanario Infocampo
