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Atanor cerró dos plantas químicas y echó a 136 trabajadores

Los empleados se enteraron a través de un papel informativo al llegar a las fábricas esta madrugada. El Ministerio de Trabajo convocó a una audiencia por los despidos.

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Por Infocampo

La compañía química Atanor cerró dos de sus plantas y despidió a 136 trabajadores. Según alegaron los empresarios, la decisión se debe a la necesidad de “concentrar sus esfuerzo en sus plantas de síntesis y formulación ubicadas en San Nicolás y Pilar, en la provincia de Buenos Aires; y Río Tercero, en la provincia de Córdoba ” su posicionamiento en el mercado de protección de cultivos.

Las plantas de Atanor de Munro y Baradero, en la provincia de Buenos Aires dejarán de funcionar y más de un centenar de personas perderán su empleo. Los trabajadores de la empresa llegaron como todos los días, de madrugada, para iniciar sus tareas y encontraron el portón cerrado. Según denunciaron, las personas que se encontraban de guardia en la portería les entregaron un volantel informando que cesaban las actividades productivas de la empresa en dichas plantas.

De acuerdo a lo informado por la compañía, seguirán operando las fábricas de San Nicolás, Pilar y Río Tercero, Córdoba.

“Las plantas están cerradas definitivamente, se enviaron los telegramas de despidos y se pagaron las indemnizaciones correspondientes”, dijeron desde Atanor a lnfobae

“Atanor continúa con su proyecto de inversiones por 70 millones de dólares para los próximos cinco años destinadas a promover sinergias que permitan seguir ofreciendo un servicio y productos de alta calidad a sus clientes”, expresó la empresa en un comunicado de Prensa.

Según indicaron desde Atanor, la decisión estratégica de negocio es focalizarse en la actividad de protección de cultivos, por eso habrían vendido, además, el ingenio azucarero Marapa.

El Ministerio de Trabajo convocó para esta tarde a una audiencia por los despidos. A la audiencia están convocados representantes de la empresa y dirigentes de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria Química y Petroquímica (Festiqypra), en un intento por destrabar un conflicto por el despido de casi 200 trabajadores.

Según informó a Télam el secretario adjunto de la federación gremial, Diego Salas, el Ministerio los convocó para las 15.30 horas a una reunión en la sede de la avenida Callao 114, “para intentar solucionar el conflicto que generó el despido de 80 trabajadores de la planta Munro y otros 100 en la planta de Baradero”.

El representante gremial descalificó a la empresa por la decisión adoptada, ya que “no tuvo reparos en cesantear a través de un volante pegado en los portones de los establecimientos a trabajadores que en varios casos llevan entre 30 y 40 años en la empresa”, dijo.

El gremialista químico explicó que “el conflicto se generó anoche cuando llegaban a cumplir con su jornada laboral y se los invitaba a abandonar las plantas Munro y Baradero, ambas en la provincia de Buenos Aires y eran acompañados por personal de vigilancia, que reforzó a sus planteles con 20 hombres más”.

“Notificados de su accionar decidimos concurrir a las plantes y realizar piquetes sobre sus entradas, actitud que proseguirá hasta que no reincorporen a los trabajadores a sus puestos de trabajo”, subrayó.

La empresa dedicada a la producción de resinas y derivados del metanol, comunicó a través del director de Asuntos Legales y Corporativos, Agustín Herrera, que “el cierre se debe a la decisión de concentrar su negocio en agroquímicos y protección de cultivos.

El ejecutivo destacó que “es una decisión del grupo (Albaugh, propietario de Atanor), donde vemos una oportunidad de crecimiento a nivel mundial”.

“Atanor creció 8% anual en ventas, confirmando su estrategia de ampliación de su portafolio en nuevos segmentos que posicionaron a la empresa entre las cinco principales que ofrecen soluciones para el agro”, junto con Syngenta, Monsanto, Bayer, y DowAtanor. Asimismo, en diciembre último vendió el ingenio azucarero Marapa, de la localidad tucumana de Juan Bautista Alberdi, al empresario supermercadista Emilio Luque; y tiene en venta otro en Concepción, en la misma provincia, que despertó el interés de la azucarera jujeña Ledesma.

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