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Previsibilidad e incertidumbre, las cuestiones que empiezan a minar el negocio de la carne

En tres tiempos, corto, mediano y largo, desde el Rosario Ganadero miraron con detalle el impacto de las nuevas medidas del Gobierno sobre el registro de exportaciones.

rodeo vacuno
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Por Infocampo

Las recientes medidas del Gobierno sobre mayores controles a la exportación de carne bovina, entre otro sectores, recuerdan la historia reciente sobre los efectos que puede llegar a tener en este agronegocio los controles comerciales a través de los Registros de Operaciones de Exportación.

“La primera certeza es que, más allá de lo que efectivamente suceda, lo que primero que juega para el mercado son las expectativas de los actores locales y también las de los clientes del exterior, que observan el rumbo que puede llegar a tomar Argentina para consolidar las relaciones o limitar riesgos, desarrollando otros mercados”, analiza en su reporte semanal el Rosgan (Rosario Ganadero,), de la Bolsa de Comercio de Rosario, de la mano de la analista María Julia Aiassa.

La analista sostiene que las expectativas de corto, mediano y largo juegan un rol clave en la dinámica del negocio. Por ello puntualiza sobre cada una de ellas.

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CORTO PLAZO:
En lo inmediato, el primer efecto observado es la retracción de parte de la demanda, la cual está representada por aquellos operadores cuyas cuentas no se encuentran plenamente claras y ante la amenaza de un control más estricto, salen del negocio. Esta menor demanda se vio claramente reflejada durante la última semana en el derrumbe de los precios de la vaca, mercadería orientada casi exclusivamente al canal exportador, con destino a China.

MEDIANO PLAZO: Hacia instancias intermedias, se puede encontrar algún efecto temporal de la mayor oferta de hacienda canalizada hacia el mercado interno, dice Aiassa, con una consecuente moderación de los precios. Concretamente, la incertidumbre generada en torno al negocio exportador, podría llegar a desincentivar las invernadas largas. Sin embargo, este no será más que un “efecto de frazada corta”, mayor oferta hoy a expensas de menor producción futura.

LARGO PLAZO: Al respecto, la analista del Rosgan sostiene que en un mercado intervenido no existen reglas claras, no existe previsibilidad, algo esencial para toda actividad, pero en especial para la actividad cuyos ciclos productivos involucran varios años. En ganadería, la desinversión de hoy se reflejará en resultados recién a partir de los dos años.

En síntesis, concluye Aiassa, mientras la política mira la inmediatez y el productor el horizonte, en ese desencuentro de miradas, se esconde la mayor grieta que existe entre la política y la producción.