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Aprendizajes que nos deja el 2021

Luego de gestionar 49.000 hectáreas, en nueve provincias, este año, el autor destaca que el agro nunca se detuvo y, a la vez, se aceleró la capacidad de gerenciar establecimientos.

Productor con laptop en el campo
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Por Grupo
Cencerro

Asesoramiento en la búsqueda del gerenciamiento eficiente de proyectos agropecuarios.

Se nos va el 2021 y no solo es momento de hacer balances contables y análisis patrimoniales, también es hora de reflexionar, en todos los sentidos, sobre las decisiones que tomamos durante este año.

El 2021 nos marcó por ser la continuación de la pandemia que arrancó en el 2020. Si algún osado llegó a pensar que este año sería parecido al 2019 porque ya íbamos a dejar atrás el COVID, nada más lejos de la realidad. Este año se consolidaron muchos de los procesos que nacieron el año anterior y el trabajo remoto – o por zoom – fue la estrella del ciclo.

En Grupo Cencerro, durante 2021, hicimos gestión en más de 49.000 hectáreas de nueve provincias distintas del país. Hacer gestión significa analizar la parte económica y financiera de las empresas y discutir sobre las decisiones que hay que tomar para hacerlas crecer. El 95% de esas discusiones fueron por zoom. Un verdadero disparate.

Si de algo estábamos seguros cuando inició la pandemia era que el sector agropecuario no iba a detenerse, iba a seguir avanzando porque en los tambos debían seguir ordeñando, los cultivos iban a seguir su curso y todas las cadenas productivas no iban a entender de cuarentenas. Eso sucedió.

De lo que no estábamos tan seguros era de cómo iban a reaccionar los productores, aquellos que además de ser productores deben ser gerentes de sus propias empresas, que no es lo mismo.

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Hoy podemos afirmar que existen una mayor cantidad de productores que han acelerado su capacidad de gerenciar establecimientos, tomar decisiones y maximizar su rentabilidad gracias a que la pandemia los obligó a salir de su zona de confort.

El productor – devenido naturalmente en gerente de su empresa agropecuaria – que en 2021 entendió que la tecnología vino para ayudarlo a armar equipos de trabajo mucho más competitivos que hace 10 años atrás ya está varios pasos más adelante. Ese es el quid de la cuestión.

¿Cómo será el 2022? No lo sabemos. La única certeza es que nos traerá mucho más aprendizaje
y nos encontrará al lado de aquellos productores que estén dispuestos a mejorar, adquirir
nuevos conocimientos y ser cada vez más mejores gerentes de sus empresas agropecuarias.

¡Por un gran 2022!