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Afirman que pequeños y medianos productores de pomáceas están en extinción

Esteban Filipi detalló que las malas decisiones políticas del Gobierno anterior, sumado a la quita de retenciones y la devaluación del actual generaron la crisis del sector, que ahora ya es insostenible para los pequeños y medianos productores.

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Por Infocampo

El ingeniero agrónomo de la Cámara de Productores del Departamento de Avellaneda, Esteban Filipi, explicó la complicada situación que viven los pequeños y medianos productores del sector de las pomáceas en Argentina. “La situación es muy oscura, venimos de 5 o 6 años de una crisis totalmente anti productiva, las medidas económicas y estructurales que se tomaron en el gobierno anterior fueron anti el productor, los productores desaparecieron y la fruticultura hoy, tiene un futuro incierto”, expresó Filipi a Portalfruticola.com.

Distintos son los factores que han llevado a la situación actual, y a la complicada lucha de los productores (pequeños y medianos) de manzanas y peras por mantener al sector activo.

Las fuertes granizadas que ocurrieron entre noviembre de 2015 y enero de 2016, provocaron la pérdida del 60% de la fruta para el 90% de los productores.

“La fruta quedó a la miseria, la planta quedó muy mal, eso respecto a la temporada pasada; respecto a la que viene, hay chacras que no se cosecharon, ni siquiera para la juguera, entonces ahí partimos de un problema sanitario y se espera una primavera fría para esta temporada”, detalló.

Por otro lado, se enfrentan a la temida Carpocapsa o polilla del manzano, que amenaza comiéndose la pulpa de las frutas; y como no, la industria frutícola se viene despidiendo de un gobierno con el cual la relación no fue fácil.

“Para el pequeño y mediano productor, no hay ninguna perspectiva y menos para el tema de la comercialización”, y agregó: “Con respecto a las peras, es peor aún, porque tenemos un problema macroeconómico. El tema de la paridad cambiaria y la saca de retenciones, lo único que hizo fue favorecer a las empresas grandes, no favoreció para nada al pequeño productor”.

“Estamos desde hace 5 años trabajando por debajo del costo de producción, lo que implica que el productor tiene que vender tractores, camionetas, es decir, deshacerse de capital para seguir sosteniendo la actividad”, explicó Filipi.

Además de los factores climáticos y políticos que han condicionado la actividad, Filipi comentó que las restricciones arancelarias impuestas por Brasil, “resultan bastante difíciles de cumplir por los pequeños y medianos productores, siendo casi imposible seguir con la actividad”.

En cuanto a los volúmenes, señaló que están con un 60% menos de producción y un 30% menos en cuanto a exportaciones. “Si bien se abrió un poco la exportación para lo que es mercado de ultramar, es muy complicado llegar, debido a la falta de financiamiento del productor para generar una buena calidad de fruta, que es lo que requiere ultramar”.

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