El histórico triunfo del Partido Obrero en la capital de Salta durante las legislativas provinciales ya no representa un milagro para Jorge Altamira. Envalentonado por un nuevo éxito de la izquierda en las urnas, el referente del trotskismo advirtió hoy que en la Argentina “se quebró la rutina de votar por el peronismo”. “Lo principal es que 50 % del electorado del PJ saltó el cerco y se vino al PO. La extorsión que siempre hizo el Gobierno acerca de que si no se vota al kirchnerismo, viene la derecha, quedó pulverizada”, afirmó Altamira, según publicó La Nación.
Luego de realizar una gran elección a nivel nacional en las legislativas del 27 de octubre pasado, el Partido Obrero consolidó ayer su crecimiento en la provincia de Salta. En los comicios locales, la izquierda desplazó al oficialismo, que lidera el gobernador kirchnerista Juan Manuel Urtubey, y se impuso en las categorías de senadores, diputados y concejales en la capital provincial. “Si seguimos progresando de esta manera, vamos a tener la posibilidad de hacer una gran elección a nivel nacional en 2015”, señaló Altamira, quien no pudo obtener una banca en el Congreso por la paridad técnica que tuvo con el candidato de Autodeterminación y Libertad, Luis Zamora.
En un análisis del escenario postelectoral, el líder del Partido Obrero consideró que Cristina Kirchner deberá “tomar medidas” económicas ante “el descontento popular” que reflejaron los resultados en las urnas. “Si no toca el cepo cambiario, está liquidado”, expresó a este medio.
Altamira describió con dureza el panorama que tendrá el kirchnerismo en los próximos dos años. “El peronismo unido no existe más. Están Scioli, Randazzo e Insaurralde, pero el problema es la disgregación. Este proceso de dispersión en el bloque oficial va a continuar hasta que toque un piso. No tienen capacidad para construir un liderazgo en un plazo previsible y esto afecta a los caudillos de las provincias”, indicó.
Para el líder del Partido Obrero, el Gobierno no podrá recuperarse del revés electoral como lo hizo en las presidenciales de 2011. “Hay reuniones de los círculos económicos en las que están discutiendo qué hacer. Toman nota del vuelco masivo hacia la izquierda”, apuntó.
