Bradesco citó un reciente sondeo de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), que agrupa a las principales empresas manufactureras, según el cual se registró una mejora de la actividad fabril en julio, mientras las expectativas sobre agosto sugieren que el repunte “será gradual”.
El Itaú, en tanto, estimó en su informe de Macro Visión, al que tuvo acceso Télam, un crecimiento de 0,5% del PIB de Brasil en abril-junio, y mantuvo la “expectativa de aceleración de la actividad económica en los próximos trimestres”.
El indicador de producción industrial de la CNI avanzó de 45,5 puntos en junio a 51,1 en julio, en línea con el escenario de recuperación de la actividad que se registraría durante el trimestre en curso.
Al mismo tiempo, el nivel de utilización de la capacidad instalada registró el último mes un alza marginal frente a junio y se ubicó en 73%, destacó Bradesco.
Añade que el indicador de existencias se desaceleró en julio, al bajar de 52,5 a 52,2 puntos, si bien permanece por encima del nivel neutro de 50.
Por otro lado, los índices de expectativas referentes a agosto resultaron positivos en el componente de demanda, aunque mostraron una retracción en el promedio.
“De esta forma -dice Bradesco- el informe de la CNI muestra que ya existen señales de recuperación de la actividad industrial, si bien de manera bastante tímida, mientras el proceso de normalización de stocks anticipa una perspectiva más favorable a futuro”.
Según Bradesco, la expectativa preliminar sobre el crecimiento de la producción industrial en julio, que será divulgada oficialmente el 4 de setiembre, se ubica en 0,3%.
El banco Itaú, en tanto, evalúa que “los estímulos al crecimiento, como la reducción en las tasas de interés, el aumento de ingresos del sector público y la reducción de impuestos, entre otros, deben producir una aceleración de la actividad económica en el tercer y cuarto trimestre”.
“Los estímulos monetarios, en especial, deben comenzar a tener impactos significativos en el crecimiento de la economía en el tercer trimestre, y su efecto deberá ser aún más intenso en el cuarto”, indicó el informe.
Añadió que el impacto de la baja de intereses en la actividad productiva se retardó por el proceso de ajuste de stocks más prolongado, en parte debido a las incertidumbres relacionadas con el escenario internacional.
A juicio del Itaú, el crecimiento del PIB brasileño se ubicará en julio-setiembre en un nivel ligeramente por encima de 1%, y una parte relevante de ese repunte se respaldará en medidas temporales como la baja de impuestos para la producción de vehículos.
“Esperamos una aceleración más consistente de la actividad económica en el cuarto trimestre, aunque las incertidumbres son aún elevadas”, agregó el informe.
Advirtió al respecto que podría haber un efecto de anticipación de consumo de bienes, debido a las ventajas tributarias, con lo cual el sector automotor tendría un efecto negativo en octubre-diciembre.
Además, concluyó el Itaú, para alcanzar una expansión consistente y tasas más altas la inversión debe reaccionar, pero se mantiene la incertidumbre sobre la evolución del escenario doméstico e internacional.