Luego del 26 de octubre y el amplio triunfo del oficialismo en las elecciones de medio término, el panorama político y económico a nivel país parece mostrar una recta final del año sin mayores sobresaltos para el Gobierno. O al menos, sin el calibre de lo que fueron algunos pasajes de 2025.
El que se termina fue un año plagado de vértigo y situaciones de alto voltaje que obligaron a La Libertad Avanza a realizar maniobras de fuerte impacto político, las cuales cosecharon tanto elogios como críticas de parte de diferentes puntos de la sociedad.
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Desde el lado productivo, un punto central fue la salida del cepo cambiario, pero la atención también giró en torno al valor del dólar, aspecto por demás criticado desde la producción, y la necesidad de mantener condiciones estables para la inversión; el tan mentado “no alterar las reglas de juego” que se había vuelto un mantra bajo otras presidencias.
Los productores agropecuarios, por caso, y según los analistas consultados por Infocampo para el Anuario 2025, demostraron una confianza hacia la gestión de Javier Milei que tal vez no sucedería bajo otras circunstancias y gobiernos de otros colores políticos. Ante eso, los especialistas buscaron dar con las causas de esos acontecimientos.
Roberto Cachanosky, Facundo Nejamkis, Lucas Romero y Sergio Berenztein, reconocidos analistas de la coyuntura y asesores de compañías del rubro en algunos casos, aportaron su mirada.
CACHANOSKY: “MIEDO AL KIRCHNERISMO”
“En lo político, el resultado electoral fue muy favorable al Gobierno, se polarizó por completo la elección y eso le da margen como para avanzar en reformas estructurales. Si bien el año comenzó complicado con el tema Libra y luego siguió con el caso Espert y el de la ANDIS, igual al Gobierno todo eso no le pegó”, analizó el economista y consultor Roberto Cachanosky ante Infocampo.
“La gente parece haber mostrado miedo al kirchnerismo”, señaló.
Sin embargo, el director del sitio ‘Economía para Todos’ contempló que en materia de política económica, y en especial en relación al tipo de cambio, hasta ahora lo que el Gobierno hizo fueron “malabares” para controlar esa variable.

Roberto Cachanosky
“En el 2024 hicieron el blanqueo, en enero de 2025 bajaron las retenciones transitoriamente por seis meses, para buscar más dólares, porque no tenían. En abril fueron corriendo al Fondo Monetario Internacional (FMI) y unos días antes de las elecciones salieron a pedirle apoyo a Donald Trump y Scott Bessent para que intervinieran en el mercado de cambios, que es donde siempre tuvieron problemas”, remarcó.
La razón de ello, entiende, estuvo en la premisa de mostrar una inflación sensiblemente menor.
“Y en el agro en particular todo eso golpeó bastante. Tengo varios clientes del sector, de la Zona Núcleo, y me decían que la tasa de rentabilidad de la soja era mínima. Creo que al sector no le fue tan bien como al de energía, al sector del gas, la minería. Pero el conjunto de la economía estuvo estancado, que no es lo mismo que decir estable”, sostuvo Cachanosky.
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“Porque además depende de qué sectores tomen en consideración: algunos mejoraron algo y a otros en realidad no les fue nada bien. Encima estamos comparándolo con el 2024, que fue un año muy recesivo ya que aún había secuelas de la sequía de 2023”, analizó.
Cachanosky señaló que el sector agropecuario se mostró “muy expectante” por lo que llegara a hacer el Gobierno hacia el campo.
“Los productores y las compañías del agro fueron cautelosos. Incluso se vieron menores inversiones en agroquímicos”, expuso.
Por otro lado, brindó su mirada sobre las actuales alícuotas de retenciones y el eterno pedido de eliminación de las mismas. “Yo hubiese apostado por bajas más pronunciadas, porque el consumo no va a mejorar mucho”, opinó.
“El índice de salario está prácticamente igual que en noviembre de 2023, no mejoró el sector privado y el sector público cayó. Y como la inversión no aparece, lo que te puede mover más la economía es la exportación. Yo apostaría a bajar más las retenciones para tener más estímulo para poder exportar y de esa forma mover más la economía”, graficó.
NEJAMKIS: “A LOS PRODUCTORES NO SE LOS ATACA”
“Fue un año en el que se recorrió la parábola que fue el exitismo del inicio de año con un Gobierno que tenía una imagen positiva, muy alta, y que parecía que se comía el año electoral y los chicos crudos. Luego, en términos de rendimiento, para el Gobierno 2025 dejó varios sinsabores porque tuvo que hacer un acuerdo con el FMI primero y luego buscar el rescate de los Estados Unidos”, calificó el analista Facundo Nejamkis.
El director de la consultora Opina Argentina estimó que la Casa Rosada “logró consolidar una posición política mucho mejor de la que tenía cuando arrancó en el 2023”.
Entre esos puntos destacó el crecimiento en legisladores, la legitimidad electoral tras el paso por las urnas, y que ello va de la mano con “una potencialidad muy fuerte para poder llevar adelante la agenda de cambios”.

Facundo Nejamkis (imagen: captura de TV)
“Esa es la clave del año”, precisó.
“Uno tiende a pensar, sobre todo después de la experiencia con el peronismo en el poder, que el sector agropecuario se siente más cómodo con un gobierno como el de Milei que con uno como el de Alberto Fernández. Eso es un punto de partida importante y le permite al sector tolerar quizás algunas cosas que todavía no suceden. Y que parte de la promesa de campaña del Presidente era que iban a suceder”, sostuvo.
En ese sentido, analizó la actualidad del sector: se trata de uno de los pocos de la economía argentina que posee dinámica propia y que estaría, “en líneas generales” según explicó, mejor parado ante un achicamiento aún mayor del Estado y de una continuidad en la apertura de la economía. “Después hay que ver caso por caso, las escalas de los productores, cómo impacta eso en las economías regionales”, aclaró.
“El agro tolera más los tiempos de un Gobierno así porque primero que nada, a los productores no se los ataca. Y eso lleva a que sea una relación mucho más propositiva. Y después siento que hay un sentimiento en el sector agropecuario de que este Gobierno lo va a defender más”, cerró.
ROMERO: “FORTALECIDO Y LEGITIMADO”
En tanto que para Lucas Romero, licenciado en Ciencia Política y director asociado de Synopsis Consultores, lo más sustancial de 2025 pasó en octubre.
“Analizar el año es en buena medida poner el foco en la elección, que era lo más relevante que iba a pasar políticamente, porque además toda elección tiene impacto en el proceso político y fue una elección desafiante para el Gobierno por todo lo que había atravesado en los primeros dos años y de la cual salió fortalecido y legitimado”, planteó.
“Son dos cosas distintas: fortalecido porque con el buen resultado electoral gana presencia en el Congreso y amplía su representación allí”, expuso y coincidió con Cachanosky y Nejamkis en que eso “le da margen para poder pensar en la posibilidad de sacar leyes, que es siempre importante para un Gobierno”.
“Y ser legitimado porque una porción mayoritaria de la sociedad apoya el rumbo. Eso es un mensaje para el resto de los actores que con ese mensaje repliegan sus banderas de obstrucción del Gobierno y adoptan una actitud más de diálogo y cooperación”, sostuvo.

Lucas Romero, en su última visita a Coninagro
Sin embargo, planteó: “Pero esta es la interpretación de las consecuencias de la elección. No obstante, uno tiene que advertir que la forma en que se construyó ese resultado, en un contexto dramático y de apremio e incertidumbre económica y política con este salvataje extraordinario al Departamento del Tesoro al programa económico, sobre todo al programa cambiario”.
“Esto invita a reflexionar respecto de qué fue lo que produjo ese resultado para el Gobierno”, se preguntó.
Para Romero, la pregunta es si es el 40% de la sociedad argentina “simpatizando con Milei” o si hay una porción nada despreciable y muy relevante para construir el resultado final, que “más que simpatizar con Milei, siente antipatía con lo que él enfrente”.
“Me parece que esto vale la pena mencionarlo porque inevitablemente hay que incorporarlo para tratar de entender qué fue lo que la sociedad le dio a Milei”, analizó.
“Debe ser interpretado por el Gobierno de la mejor forma para no entender que acá hay un cheque en blanco, sino que hay una sociedad que está aguantando más que disfrutando, y esperando con expectativa de que efectivamente lo que el Presidente dice que va a ocurrir, ocurra en el futuro para que la gente sienta que mejora su calidad de vida”, estimó.
Además, en cuanto al sector agropecuario, señaló que la relación con el Presidente fue “de acompañamiento”.
“La cuestión de las reglas claras y baja de la presión impositiva son las principales demandas que el sector tiene para con la política. Creo que en este último semestre el campo empezó a recoger parte de las respuestas a esas demandas, sobre todo en materia de baja de impuestos, con la baja de retenciones y que el Gobierno dice que seguirá en ese sendero en la medida de que las condiciones fiscales lo permitan”, expuso.
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Por último, en cuanto a la variable ‘dólar’, afirmó: “Se lo utilizó como un ancla en su batalla en contra de la inflación, y esto obviamente es un perjuicio para para el sector, el atraso cambiario quita competitividad para una economía que más allá de lo cambiario no ofrece condiciones competitivas para producir. No hay infraestructura, condiciones laborales, ni costos laborales ni impositivos para ser competitivos”.
“Esta última novedad que tuvimos la semana pasada da cuenta de que el Gobierno entendió que esa herramienta de usar el dólar como ancla antiinflacionaria se agota, y que empieza a ser perjudicial para la actividad económica. De hecho, lo estaba sufriendo la industria, también lo está sufriendo el consumo por el lado de la llegada de los importados que hace que sean más baratos los productos importados que los locales”, cerró.
BERENSZTEIN: “EL AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN”
Quien también se sumó a este Anuario 2025 fue el analista Sergio Berenztein, presidente de la consultora que lleva su apellido, y que habitualmente brinda en medios de comunicación y eventos empresariales sus panoramas de actualidad.
Para Berensztein se trató de “un año intenso políticamente” en el cual las elecciones del 26 de octubre fueron el punto de mayor importancia. “Lo caracterizaría como el año de la consolidación del poder del presidente Milei”, calificó.

Sergio Berenztein
“2025 fue complejo económicamente, también en lo político, con algunos eventos que parecían que complicaban un poquito la situación, sobre todo con la elección en la provincia de Buenos Aires. Pero finalmente el triunfo electoral tan contundente por parte de La Libertad Avanza generó un vuelco muy importante que le da mucho espacio para la segunda mitad de su administración”, expuso.
Y ponderó también el derrotero judicial de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, condenada y con prisión domiciliaria en la causa Vialidad.
“La oposición quedó muy fragmentada y debilitada, sin liderazgo. También hay que mencionar el debilitamiento de Kicillof, que parecía ser que se proyectaba pero en todo caso fue una golondrina que no hizo verano”, definió.
“Pero con el PJ descabezado, el resto de la oposición, las terceras vías, quedaron también enormemente debilitadas: el proyecto de Provincias Unidas naufragó y veremos qué pasa ahora, pero en principio naufragó en esta primera etapa. Con todo esto estamos ante un Gobierno que termina el año muy parecido a como terminó 2024”, sostuvo.
Por otro lado, para Berensztein existió un aspecto central en la dinámica del Gobierno con el electorado: el rol de Estados Unidos: “Fue vital y no tiene precedentes, sin el cual naturalmente el Gobierno no hubiera podido hacer el resultado que hizo, por ende fue un elemento diferenciador y crítico para comprender la dinámica política actual”.
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“Claro que la debilidad opositora le da más margen de maniobra, y eso se ve en cosas como las que se vieron de Mayans en el Congreso (NdR: el senador formoseño José Mayans buscó no reconocer la designación de Patricia Bullrich al frente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social). Eso fue impotencia pura”, expuso.
Por último, en cuanto a la relación de Milei y los productores y la agroindustria, definió que “se vio de todo”.
“Hubo una pequeña baja de retenciones, pero lamentablemente hubo improvisación. Creo que el Gobierno tiene voluntad de hacer las cosas bien, pero las urgencias fiscales lo obligan muchas veces a tomar decisiones con las cuales tal vez no están conceptual o teóricamente cómodos. Uno comprende que en el manejo de la crisis los gobiernos tomen decisiones a veces extremas o costosas reputacionalmente. Yo creo que acá hay que diferenciar el fin de los medios”, indicó.
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En ese sentido, comentó que “en términos de fines, la Presidencia de Milei quiere hacer las cosas bien. En términos de instrumentos, a veces mete la pata o se mueven con un poquito de voluntarismo o con algunos esquemas un poco rígidos. Me quedo con los fines”.
“En principio me parece que el campo hoy por lo menos tiene interlocutores y chances de encontrar formas de canalizar demandas. Las señales son correctas y luego están el día a día, los problemas de siempre, los problemas con los gobiernos provinciales, los gobiernos locales, las tasas absurdas, ciertas reminiscencias de cuestiones ideológicas que quedan ahí dando vueltas, que son absolutamente ridículas y que están todavía perjudicando”, calificó.
Y cerró: “Quiero marcar que el campo va a tener que asumir que en el debate sobre la reforma tributaria las retenciones no se van a tocar más. No hay que alegrarse demasiado. Entonces creo que ahí debería haber un compromiso por lo menos de pasar parte como adelanto de algo que le deberían dar al campo, una señal, sin comprometer la recaudación. Es lo que el campo merece”.

