En su “curiosa” condición de segundo productor de variedades genéticamente modificadas y a la vez de alimentos orgánicos, la Argentina pidió a los países desarrollados que eliminen las barreras no arancelarias que imponen para proteger sus mercados y que, a menudo, se escudan en “dudosos” argumentos medioambientales o de salud pública, según la calificación de Campos.
El funcionario agregó que el sector agroexportador argentino “quiere que se adopte un criterio científico a la hora de tomar medidas internacionales”.
En otro orden, Campos reiteró su reclamo para que se eliminen los subsidios, de modo que los países en vías de desarrollo puedan colocar su producción.
Por su parte, Paul Williams, presidente del Consejo Estadounidense del Grano y uno de los principales disertantes de la asamblea, recordó que el temor “infundado” a los alimentos genéticamente modificados obstaculiza el progreso de la cadena agroalimentaria mundial.
“Los productores estadounidenses han demostrado la importancia de las cosechas mejoradas mediante biotecnología y su seguridad para el consumidor, en los diez años desde que se plantó la primera cosecha comercial”, en el país del norte, afirmó el funcionario.
Williams puntualizó que en 2004, más de 18 millones de productores recolectaron en 17 países cosechas transgénicas, mientras que las plantaciones de ese tipo se expandieron de unos dos millones de hectáreas en 1996 a 81 millones el año pasado.
Es más, un 34 por ciento del área total cultivada está en los países en vías de desarrollo, indicó el funcionario americano, para agregar que la producción de transgénicos sigue aumentando y representan un 56% de la soja comercializada en el mundo; un 26% del algodón y un 14% del maíz.
El tema de los transgénicos ocupó buena parte del congreso de hoy, al que asistieron cientos de delegados de todos los países y en el que también se trataron cuestiones como las barreras comerciales.
Cosecha argentina
En otro orden, el secretario de Agricultura argentino dio a conocer las cifras de la presente campaña y el récord de 84 millones de toneladas que se prevé alcanzar, lo que representaría un aumento del 20% respecto a 2004 y de un 24% sobre la media del último quinquenio.
Argentina, uno de los principales productores de trigo del mundo, también registró “altos niveles de rendimiento” en cultivos como el maíz o la soja, gracias “al aumento de la productividad, las condiciones de mayor competitividad internacional y la diversificación”, indicó Campos.
Pese a las dificultades en el contexto global, el secretario agrícola argentino resaltó el progreso hecho por nuestro país, que avanza en el mercado internacional “sin ningún tipo de subsidio”.
Perspectivas mundiales
Según el Consejo Internacional del Grano, las perspectivas para este año en el mercado de cereales (trigo, maíz, avena, cebada, sorgo y centeno, entre otros) son alentadoras.
La producción mundial de trigo para 2005, por ejemplo, fue calculada en 604 millones de toneladas, cifra positiva aunque inferior al récord de 625 millones registrado en 2004. El consumo de este cereal se calcula que será de 607 millones de toneladas.
La producción de maíz, en tanto, rondaría las 672 millones de toneladas, frente a los 707 millones del año pasado, toda vez que el consumo se acercaría a las 668 millones de toneladas.
