¿Se habrá imaginado que así iba a ser el camino, cuando en el ’91, Shirley Hinojosa debió hacerse cargo de su legado familiar? Difícil adivinirla en la voz que cálida y segura suena desde el otro lado de la línea telefónica. Durante tres días, Infocampo conversó con esta empresaria mendocina para ir desentrañando los secretos que llevaron a Finca Azul a llegar en poco menos de 10 años a una reconversión productiva que, por ahora, finalizó en una bodega propia. En su auto, en su oficina, mientras atendía llamados por la otra línea, se adivinaba el ritmo intenso de una clásica jornada de trabajo en una de las más hermosas (y cotizadas) zonas productivas del país. “Siempre tuve claro que había que ir a conquistar una posición en el mercado en base a los más altos standards de calidad”, aseguró. Así comenzó un minucioso trabajo de reconversión (ver El camino…). En el ’96 mereció una mirada del jurado que otorga los premios al Emprendedor Agropecuario: obtuvo el segundo puesto por su reconversión vitivinícola. Y también se diversificó hacia la fruticultura. La menor de las hijas de Don Francisco (un hijo de españoles que repartiera en partes iguales sus tierras entre sus hijos, Reina Maris, Enrique, Araceli, Elvira y Shirley) veía una señal de que el camino era el correcto. Como ya es sabido por todos, la capacitación y actualización permanente es primordial a la hora del crecimiento, es por ello que Shirley se capacita a través de organismos tales como CREA y FAD, también es propulsora de la capacitación de todos sus trabajadores a través de organismos como el INTA y privados. Hoy la empresa posee un sistema de becas para empleados y sus hijos para que puedan seguir estudiando y capacitándose. Así, entre sus principales clientes están, entre otros, Bodega Chandon, La Celia, Navarro Correa y Escorihuela. Conocer algunos aspectos de este emprendimiento es conocer cómo actúan los nuevos empresarios agroindustriales de la Argentina.
Estrategias para el crecimiento
“Somos una empresa familiar dedicada a la producción de uvas y frutas, y que en esta etapa de la industrialización se asocia con actores que manejan bien la otra parte del negocio, esto es gestión y logística del vino y su comercialización haciendo foco sólo en vinos Premium y Super Premium”, señaló Shirley. Y agregó que la producción restante se focalizará “para lograr los productos que necesiten las otras bodegas y galpones de empaque, con los cuales ya tenemos integraciones virtuales”.
La Azul hoy produce uvas para champagne, uvas para vinos de distinto target, que van de los $ 5 a $ 100 en góndola. La situación en frutas es similar, dado que sus productos tienen destino de exportación.
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