La compañía especializada en protección de cultivos, Basf, cumplió con su promesa de lanzar al menos un producto nuevo todos los años.
Este invierno es el turno de Vivarus, un fungicida cuyo principio activo es la molécula F500 y que ha sido inscripto ante el Senasa para ser aplicado en estadios vegetativos de la soja, más precisamente entre V3 y V6.
Mariano Anzini, gerente de Soja de la compañía, explicó cuáles son los cuatro aspectos diferenciales del nuevo producto.
1) Es absolutamente compatible con el glifosato. De esta forma, el productor puede mezclarlo con el herbicida en la última aplicación que suele realizarse para el control de malezas y de esa manera ahorrarse el costo de la fumigación.
2) Se puede aplicar durante la fase vegetativa del ciclo de la soja.
3) Tiene una residualidad de 28 días, lo cual deja al cultivo protegido de enfermedades de ataque temprano, como la mancha ojo de rana (MOR) que tuvo consecuencias devastadoras en la última campaña, hasta que el cultivo se encuentre en fase reproductiva.
4) Tiene el efecto de mejora de la fisiología del cultivo, igual al que presenta el fungicida Opera. Las imágenes tomadas en ensayos realizados durante la última campaña eran elocuentes.
El mejor estado sanitario de la hoja termina reflejándose en el rendimiento.
A propósito de esto último, en la presentación para la prensa, Anzini comentó que se llevaron adelante, en la campaña 2009/10, 61 ensayos en la zona sojera central, obteniéndose un plus de rinde de 18% cuando se le vuelca al cultivo el paquete de tecnología AgCelence: esto implica el tratamiento de la semilla con Acronis, más inoculación con Nitragin Optimize, una aplicación de Vivarus en V3 a V6, y una aplicación de Opera en estado reproductivo.
“Estamos hablando de 540 kilos por hectárea sobre un promedio de 3.000”, apuntó Anzini.
De esos 18 puntos porcentuales, Vivarus fue responsable de 7, según se desprendió de los ensayos.
“Nos estaba faltando un producto para mejorar la sanidad en las fases tempranas de la soja, y ahora lo tenemos con Vivarus”, señalaron durante la presentación, que se hará en forma masiva la semana entrante en ocasión del Congreso de Aapresid.
El costo del tratamiento, que se hace con una dosis de 300 cc por hectárea, rondará los 14 a 16 dólares en lo que hace al fungicida. “Vivarus es una respuesta concreta de Basf a la problemática que estamos viendo en el campo en las últimas campañas”, agregó Anzini.
Según trascendió, la superficie de soja tratada con fungicidas en la Argentina se habría incrementado en las últimas campañas, hasta llegar a niveles del 70 por ciento. La soja es el primer cultivo en extensión de la Argentina, con más de 18 millones de hectáreas sembradas cada campaña.
El uso de fungicidas es variable según la región, en función de la presión de enfermedades existentes. En el norte del país puede llegar a utilizarse dos aplicaciones, mientras que en la región central, una aplicación ya es de rutina.
Artículo publicado en la edición de hoy Infocampo Semanario

