La familia Cuvelier desembarcó formalmente en la Argentina en 1998 junto con el enólogo e inversionista también de origen francés Michel Roland para llevar adelante el proyecto Clos de los Siete. De esta manera se unieron siete de las mejores bodegas de europea, que se comprometieron a volcar el 60% de su producción vitivinícola para la fabricación de distintos varietales que se comercializan en el mundo a altos precios por su calidad exquisita.
Clos de los Siete es un vino complejo en su elaboración, pues no sólo es un blend de cepas sino también es un blend de los cultivos de cada bodega.
Cuvelier Los Andes cuenta con 55 hectáreas implantadas de uvas y tiene en carpeta ampliarse hacia otras diez más. La mayor variedad es Malbec, y también acompañan el Carbenet y el Syrah.
La empresa produce “a la francesa” bajo estrictas normas de calidad, y obtienen alrededor de 60 qq/ha.En lo que respecta a infraestructura cuentan con capacidad de almacenamiento y fermentación de 500.000 litros en barriles de acero inoxidable. Luego, la fermentación se realiza en 1.200 barricas de roble. Posee una capacidad de almacenamiento de 750.000 botellas. Los productos de la firma están compuestos por distintas variedades.
Esta compañía tiene su centro de operaciones en Saint-Julián, Francia, y el viñedo data de 1840, en tiempos de la Revolución Francesa.
Hoy los productos de la firma son variados, pero siempre en ediciones especiales, y son elegidos por un público selecto y conocedor del mundo vitivinícola. Incluso están en un rango de precios que puede llegar a superar los u$s100 por botella.En lo que se refiere estrictamente a Cuvelier Los Andes, en su balance anual cerrado en abril de 2009 facturó $3,7 millones, y obtuvo una ganancia, después de impuestos, de $243.700.
Estos números no le hacen honor a la importancia de esta bodega, pero esto responde a que gran parte de sus uvas son destinadas al Clos de los Siete y la facturación es independiente a la compañía madre.
Por otra parte, sus ingresos también están muy relacionados con el viñedo francés y poseen un alto nivel de inversión y dinero inmovilizado en cada producción, ya que estos vinos son fermentados y estacionados durante extensos períodos.
El equipo técnico de esta bodega está conformado por Michel Roland como enólogo asesor. Carlos Tizio lleva adelante las tareas productivas en su rol de ingeniero agrónomo. Los encargados del viñedo son Antonio Ferrari y Alfredo Quiroga. Por su parte, Emilio Anchis ocupa el cargo de encargado de la bodega.
Por último, los integrantes de la familia Cuvelier, padre, madre y sus dos hijos, siguen de cerca a su negocio, del que no sólo son inversores, sino también apasionados, para producir el mejor vino.
Nota publicada en la edición de hoy del Semanario Infocampo
