La miel es un endulzante natural y uno de los productos más consumidos en el mundo. Se destaca por sus propiedades nutritivas, contiene minerales, vitaminas y oligoelementos, los cuales también tienen propiedades antibacterianas, anti-inflamatorias, antisépticas y calmantes.
Sin embargo, no toda la miel que ronda en el mercado es pura. Muchos productos son adulterados, haciéndose pasar por miel pura pero en realidad, muchas de ellas son mezclas de miel con soluciones de glucosa, algunas están ultra-filtradas, y la gran mayoría contienen agua.
Debido a que el sector apícola mundial esta en alerta por la mortandad de abejas que se está dando en el mundo (por cuestiones sanitarias, mal manejo de colmenas, aplicación de agroquímicos indiscriminadamente, etc), la producción de miel cae en picada, junto con las exportaciones.
Lo llamativo, es que grandes potencias como China, comenzaron a exportar grandes cantidades, superando a los grandes productores tradicionales. La cantidad de miel producida en China se ha duplicado (a alrededor de 450.000 toneladas por año a partir de 2012).
Esta cantidad supera, incluso, a la producida por la UE, Argentina, México, EE UU y Canadá juntos. Pero ¿Qué fue lo que pasó? Exportaban casi la totalidad de la miel, adulterada.
Asímismo, desde Europa indicaron que la entrada de “miel falsa” continúa, y no solo procedente de China. Por eso el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre las perspectivas y los desafíos para el sector apícola de la UE (2017/2115 (INI)), en la que advierte de que “la miel es el tercer producto más adulterado del mundo”.
Trucos para realizar en el hogar y detectar la adulteración
La realidad es que es muy difícil saber si la miel es “trucha” o no antes de abrir el envase. Por este motivo, es muy importante leer bien la etiqueta antes de comprar el producto. Para que la miel sea pura y de calidad, no debe decir en la parte de los ingredientes “glucosa” o “jarabe de fructosa”. Estos son los aditivos utilizados con frecuencia para estirar la miel y evitar que se solidifique.
Truco con agua
Colocar una cucharada de miel en un recipiente con agua y mantenerla firme. La miel pura no se disolverá, permanecerá intacta, mientras que la miel adulterada inmediatamente se disolverá con el agua.
Truco con fuego
Colocar un poco de miel sobre un algodón (un hisopo por ejemplo) y sacudir el exceso. Encender con un fósforo o encendedor. Si no se quema, la miel no es pura. Si se quema, es pura.
Test del vinagre
Mezclar una cucharada de miel con un poco de agua y 2 o 3 gotas de vinagre. Si el resultado de esta mezcla crea algún tipo de espuma, no es pura.
Truco con pan
Sumergir un pedazo de pan viejo y duro en miel. Si pasados los 10 minutos el pan continúa endurecido, se verifica que es pura. Si hay mucha agua en la miel, el pan se ablandará.