Este acuerdo cobra importancia si se tiene en cuenta que en los últimos cinco años la Argentina participó con el 90,4% en las compras de trigo que realizó Brasil.
Las actuales condiciones de mercado hacen casi imposible las importaciones de trigo ruso en el corto plazo. Sin embargo, las abundantes precipitaciones durante la cosecha de los cultivos en Paraná redujo significativamente la calidad del trigo, llevando a que algo más de 1 M de t deba ser utilizada para alimento forrajero.
De esta forma, según estimaciones de la Bolsa de Rosario, importaciones desde la Argentina o de cereal de mayor calidad para el noroeste de Paraná van a ser necesarias para mezclarlas e industrializarlas con el trigo de baja calidad.
Algunos reportes señalan que hasta se podría llegar a exportar el trigo de calidad forrajera en los próximos meses para comprar cereal de mayor calidad.
Menor calidad de la cosecha brasileña combinado con la caída en la producción de trigo argentino podría motivar importaciones del cereal extra Mercosur a finales del año comercial, incluyendo el cereal de Rusia y EE.UU. Para que esto ocurra será necesario que los precios argentinos aumenten y los rusos bajen mucho.
