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Campos afirmó que los productores CREA venden bolsa blanca

El ex secretario de Agricultura advirtió, además, que a mayores regulaciones, se generan más quioscos, coimas o ventajas para las grandes empresas.

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Por Infocampo

El debate por la regulación de la comercialización de semillas en la Argentina continúa y las pujas desde los distintos sectores interesados no cesan. Ya sea la modificación de la actual ley o la sanción de una nueva, como algunos proponen, el conflicto entre el Gobierno, la industria semillera y los productores, no termina de resolverse. Hay muchos millones en juego.

En diálogo con Infocampo, el ex secretario de Agricultura de la Nación, Miguel Campos (2003-2007), aseguró que legislación actual (ley de semillas y creaciones fitogenéticas 20.247 de 1973)  apenas necesita un par de especificaciones para definir el uso propio de semillas y un control de la multiplicación ilegal. Respecto de esto último, indicó que no son los pequeños agricultores quienes lo hacen y denunció que “los productores CREA venden bolsa blanca”.

A la hora de redefinir o renovar una ley de semillas Campos destacó: “Es muy buena la ley que ya tenemos, es ejemplo en Latinoamérica, tendríamos que no descuidar los aspectos más importantes que tiene que son dos: está basada en UPOV ‘78 y hace una defensa del productor a través del uso propio”, señaló el exfuncionario.

“No hay que confundir uso propio con multiplicación ilegal de semillas. El concepto de uso propio -que habría que aclararlo en un párrafo aparte de la ley – indica que si yo compro semillas para diez hectáreas, puedo seguir sembrando todos los años diez hectáreas con el producto se la multiplicación de esa misma semilla. Ahora, si yo compro para diez y en mi campo después hago veinte, estoy multiplicando ilegalmente semilla. Y si esa semilla se la vendo a mi vecino, estoy vendiendo ilegalmente semilla, la famosa bolsa blanca”, explicó.

Al respecto, manifestó que “no son justamente los pequeños productores los que tienen el poder de multiplicar ilegalmente porque no tienen la capacidad de guardar, de secar, de clasificar, de evaluar poder germinativo o pureza. Es un estrato medio grande el que realmente multiplica y muchas veces vende lo que se llama bolsa blanca. No quiero decir quienes, pero  los productores CREA venden bolsa blanca”, denunció en el Congreso de Agrobiotecnología realizado recientemente en Rosario.

Campos consideró que se debe trabajar fuertemente en reforzar dos conceptos en la nueva ley: seguir con UPOV 78 y clarificar muy bien el concepto de uso propio.

“Y si hay multiplicación interna dentro del campo, hay que legalizar esa multiplicación, con algún mecanismo de regalía extendida, a lo que sea adicional al derecho de uso propio”, aclaró.

“Lo adicional hay que legalizarlo para que no se transforme en el capricho de un obtentor que pretende definir sus reglas a la hora de pagar algún tipo de royalty extra. Todo los royaltys, todos los servicios genéticos que lleva la semilla deben pagarse al comprar la bolsa. Y al que saca los pies del plato se lo castiga. ¿Cómo? entre tres organismos: AFIP, Inase y la ONCCA (que estamos recuperando), para evitar la bolsa blanca. La normativa la pone el Inase, el control en el campo lo hace la ONCCA, y el cruce de datos, la AFIP. Con ese mecanismo, podríamos estar controlando la semilla ilegal en muy poco tiempo”, propuso el exsecretario de Agricultura.

La regulación y los quioscos

“Cuando se regula, se generan quioscos, cuanto más regulo, más quioscos genero y una de dos, o se generan espacio para la coima o genero ventajas para las empresas grandes, porque las que tiene capacidad de enfrentar regulaciones complejas son las grandes, no las chicas”, dijo Campos.

Además, advirtió: “Si nosotros trabajáramos con menor regulación, hoy el maíz tendría que estar valiendo mucho más barato de lo que vale. El maíz es tan caro porque las grandes empresas están tratando de compensar lo que pierden en autógamas. Como la soja y el trigo no me la pagan porque hay bolsa blanca, compenso con los híbridos, principalmente los de maíz. En maíz, casi el 40% de los costos directos corresponden a la semilla, es un costo elevadísimo. Y ocurre únicamente en este país y eso se explica de una sola manera: intentar compensar las pérdidas en otros segmentos”, fustigó.

Al tiempo que lamentó que el INTA, que hace años viene trabajando en el desarrollo de semillas de autógamas, sea uno de los castigados por “el mal uso o el exceso de uso de la bolsa blanca que a los que más castiga, son a los obtentores nacionales”.

“A mí me llaman mucho la atención los que se han visto muy afectados y nunca hicieron lío por bolsa blanca, como Buck y Klein, porque no tienen el poder de lobby que tienen las empresas multinacionales.

Para el exfuncionario, si el mercado de autógamas fuese transparente y sano, los grandes beneficiados serían los obtentores nacionales. “Pero a la hora de hacer lobby se hace enmascarando el interés de la transgénesis, entonces, tratan de meter en la ley de semillas el concepto de la biotecnología moderna y ahí nos estamos equivocando. Porque a la semilla hay que entenderla como un ente íntegro y como tal no se puede dividir en valores intrasemilla. Si entendemos a la semilla como algo integral, no hay manera de dividir valores dentro de la ley y mucho menos intentar dividir a los productores en estratos. Para mí, la segmentación es un error. No, el uso propio puede usarlo alguien que tenga 100 mil has o 10 has”, dijo, diferenciándose de lo que propone Federación Agraria Argentina.

Según los estudios realizados durante su gestión, “todos los productores cambian su semilla cada cuatro años en promedio, por más que la guarden”, aseguró.

Por eso, para el exsecretario lo único que le hace falta a la actual ley es clarificar en párrafo aparte el concepto de uso propio.

“Lo que no debe hacer la ley es enmascarar intereses de la transgénesis dentro de ella porque van a aparecer nuevas tecnologías no tradicionales y en cinco años estamos en el mismo problema y hay que cambiar la ley porque no lo incorporamos. Si en párrafo aparte se aclara que se entiende por semilla un ente integral en donde todo lo que se venda o se compre está incluido en ese ente, automáticamente se acaban los inconvenientes”, explicó.

Además, consideró que deber quedar sentada la necesidad de no regular o regular al mínimo los transgénicos en el futuro porque si no, “eso se transformaría en una restricción que solo afecta al mejoramiento y beneficia a las grandes multinacionales”.

“Hoy creo -dados los cambios- que ya no podemos seguir regulando transgénesis, el transgen es un mecanismo, no digo obsoleto, pero sí archiconocido”, dijo. 

 

Por Mariela Vaquero – @kittyvaquero

mvaquero@infomedia.com.ar – vaqueromariela@hotmail.com.ar

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