La ceremonia religiosa fue el prólogo del cónclave que comenzará esta tarde después de las 16.30 (12.30 de Argentina) en la Capilla Sixtina, donde 115 cardenales electores –con menos de 80 años- se encerrarán bajo llave para elegir al nuevo pontífice, el número 266 de la Iglesia católica.
Se espera que la primera “fumata” –que anuncia el resultado de la votación- pueda verse sobre las 20 horas (16 de Argentina), aunque será previsiblemente negra, según afirmó el vocero vaticano, Federico Lombardi.
El papa sólo saldrá elegido por mayoría de dos tercios de los cardenales electores, es decir que necesita 77 votos de los 115 electores.
Sin un favorito claro, la nueva elección llega marcada por la renuncia de Benedicto XVI, la primera de un pontífice en casi 600 años, y por el escándalo de filtración a la prensa de documentos papales conocido como Vatileaks, que el año pasado reveló internas y aparente corrupción en la Santa Sede.
“La mayoría de las noticias negativas de la Iglesia no son fundadas”, aseguró hoy sin embargo Lombardi en declaraciones a la emisora española Cadena Ser.
“Estamos muy entusiasmadas de poder estar aquí, presenciando este momento”, declaró a Télam Stephani, una joven estadounidense que junto a sus amigas acudió a la emblemática misa de esta mañana.
Por su parte, Christopher, un sacerdote canadiense de 38 años, aseguró que estamos ante un momento de “comunión” y “reflexión” y que espera que los cardenales elijan al mejor papa, que seguramente será “santo”.
En 2005, Joseph Ratzinger ofició la misa previa al cónclave que lo elegiría papa.
A pocas horas de la apertura del cónclave, el italiano Angelo Scola, arzobispo de Milán, y el brasileño Idilio Pedro Scherer, arzobispo de San Pablo, siguen siendo los candidatos favoritos, según los especialistas de la prensa italiana.
Fuente: Télam
