Los cambios en la producción requirieron un aprendizaje para aprovechar las fuentes productivas. Los contratistas cuentan cuál es el panorama y cómo pueden mejorar
el servicio al productor.
“Hoy por hoy los servicios son completos, ya no se hacen más servicios a medias como antes”, dijo a Infocampo el presidente de la Asociación de Contratistas de Máquinas Agrícolas de Entre Ríos, Germán Hill. “En pocos años hemos tenido un cambio drástico donde ha evolucionado el trabajo agropecuario y las exigencias que nos obligaron a tecnificarnos para poder competir y no quedarnos afuera”, agregó.
Hill reconoce que las pretensiones de los clientes también han cambiado porque hace unos años se conocía poco de pérdidas, máquinas y tecnología, “cosas que hoy en día conocen todos”.
En lo que respecta al volumen de trabajo, Hill comenta que “hasta los dos últimos años pasados, aumentó bastante, pero ahora es increíble la cantidad de maquinaria nueva que ha ingresado y si bien por estos días, la demanda es fuerte, después pasa el aluvión y quedamos bastante parados”, explica.
Miguel Schroh, gerente de la Asociación de Contratistas Rurales de Tres Arroyos (ACRTA), explica cuál es, a su criterio, la génesis del aumento de trabajo de los prestadores de servicios rurales: “El boom del contratista se produjo a partir de la globalización, que provocó un aumento de tecnología en las maquinarias tan ligero que el productor no puede estar al último grito de la moda; y el contratista sí”. Respecto de la formación de los operarios, Schroh opina que “están más capacitados porque hoy alguien que maneja una cosechadora tiene que saber manipular una computadora de abordo, GPS, controles satelitales y cajas automáticas y tiene que estar despierto porque de lo contrario se manda una macana”.
“Nosotros -cuenta el presidente del Centro de Contratistas de Máquinas Agrícolas de San Vicente, José Turino-, hicimos un convenio con un colegio técnico donde hemos comenzado a preparar gente para manejar esas máquinas, porque no tenemos gente capacitada para manejarlas, generándose un cuello de botella que lo vamos a seguir sufriendo por un tiempo”.
Para explicar la evolución del contratista, Turino explica que hubo muchos que se hicieron pequeños productores y viceversa. “La gente con la que trabajamos son pequeños productores de economías familiares y regionales. Cuando la familia se hizo más grande, se incorporaron maquinarias con créditos bancarios, pero cuando vieron que no les daba la rentabilidad en la explotación chica tuvieron que buscar más trabajo y empezaron a hacer tareas para afuera”, explicó.
Enio Ferrero, secretario de la Asociación de Trilladores del Centro de la Provincia de Córdoba manifiesta que, junto a fábricas y concesionarios, están permanentemente abocados a la tarea de capacitación y han hecho cursos para el personal, aunque reconoce que aún falta mucho y que le han expresado su inquietud a UATRE pero no obtuvieron respuesta.
Juan Ignacio Martínez Dodda | jdodda@infocampo.com.ar
