Un informe de la Consultora en Climatología Aplicada (CCA) y Granar asegura que “la foto actual posiciona el inicio de la fina con gran parte del área en buenas condiciones hídricas”.
“Teniendo en cuenta que ingresamos en el período en que la demanda de lluvias no es importante y el sistema tiende a perder poca humedad, estimamos que con un patrón de lluvias normales o incluso algo deficitarias, las zonas trigueras principales podrán transitar el invierno sin proyectar una presión pluvial destacada hacia la primavera”, agregó.
“Las primeras semanas de junio solo han dejado algunos corredores con lluvias importantes. Los mismos se han desplegado desde el centro este de Córdoba hacia el centro oeste de Santa Fe y recientemente sectores del norte de Santa Fe y el centro de Chaco.
“Por cierto esta última zona se ve muy beneficiada por estas precipitaciones que no son comunes para el sector algodonero en esta época del año”, agrega.
Al presente, todas las miradas están puestas en el avance de la siembra, la cual como hemos mencionado en otros informes, encuentra más inconvenientes en condiciones de logística que en cuestiones climáticas. Esto se refleja en las condiciones de humedad que se puede estimar para trigo.
Según CCA “el sudoeste de Córdoba, La Pampa y sectores del sudoeste de Buenos Aires, encabezan las zonas más ajustadas. El sudeste de Córdoba y las vecindades de Santa Fe se suman al oeste de Buenos Aires definen un sector con reservas regulares, aunque posiblemente con buen manejo y suelos de mejor calidad, no estén acusando problemas graves de humedad. Claramente el centro este de Córdoba y el resto del este de la región pampeana se posicionan de manera muy favorable”.
Es difícil garantizar mejoras de importancia para las zonas mediterráneas más secas, por lo cual no es posible generalizar en qué estado se puede avanzar con la fina en esta zona. En principio, con este nivel de reservas, las implantaciones son arriesgadas. En las zonas del sur, con mayor ventana, es posible esperar algo de tiempo como para analizar si luego de algún evento anómalo, la situación se recompone como para tomar riesgos. El punto es que en muchos casos los productores de las zonas más secas coinciden con los que llegan en condiciones financieras más ajustadas, instalando un escenario aún más complejo para decidir las siembras.
“En resumen, sobre el inicio de esta fina convergen algunos problemas que no ponen al clima en el tope de las incertezas. Dentro de este contexto y en términos relativos puede esperarse un crecimiento del área triguera a nivel nacional, sin embargo en términos absolutos seguirá quedando muy lejos del potencial triguero del país”, concluye el informe.