Un 21 de marzo, pero de 1971, los estados miembros de la FAO decidieron conmemorar el Día Forestal Mundial, en coincidencia con el inicio del otoño en el Hemisferio Sur y de la primavera en el Norte.
La propuesta fue elegir una fecha para recordar la necesidad de promover una conciencia colectiva para el manejo sostenible de los bosques y remarcar simultáneamente en todo el planeta la importancia del cuidado de este recurso vital para toda la humanidad.
A 34 años de esa declaración, la deforestación y la depredación indiscriminada generaron que la mitad de los bosques mundiales desaparezcan y que las áreas forestales con mayor diversidad estén en peligro.
Se estima que las selvas tropicales se reducen cerca de un 1 por ciento cada año y que más del 12 por ciento de la flora del planeta está en riesgo de extinción. Y con cada planta que desaparece, se extinguen otras 30 especies de hongos, insectos y bacterias.
La reunión internacional del Comité de Montes de la FAO, llevada a cabo en Roma la semana pasada, enfatizó sobre la necesidad de aunar esfuerzos para prevenir incendios forestales y luchar contra la tala indiscriminada; y remarcó que la marginación de la silvicultura en el desarrollo social y económico “puede propiciar conflictos armados”. En el encuentro, la Argentina estuvo representada por el subsecretario Javier De Urquiza, quien propuso a nuestro país como sede del próximo Congreso Forestal Mundial, a realizarse en 2009.
Los bosques son proveedores de bienes y servicios esenciales, contribuyen a la seguridad alimentaria, a la mejora de la calidad del agua y del aire, a la protección del suelo y a la absorción de dióxido de carbono, uno de los principales gases causantes del desequilibrio climático.
Por eso, en un día como hoy, no está de más reflexionar sobre las acciones del hombre que han llevado a esta situación. En la Argentina, por ejemplo, durante el siglo pasado se consumió más del 70 por ciento de las regiones forestales.
Las cifras oficiales indican que en la actualidad, nuestro país cuenta 33 millones de hectáreas de bosques nativos y más de un millón de hectáreas de bosques cultivados.
Luciana Lanzi
