En el partido de Trenque Lauquen, a 7 km de la ruta 33, kilómetro 304, Alejandra Gutiérrez, ingeniera agrónoma, posee 1.200 hectáreas donde tiene cultivos y ganadería orgánica. Su objetivo es unir un ideal con una práctica, la cual se sintetiza en “no contaminar”.
Destina 200 hectáreas al girasol confitero, 100 a soja y en otros años destinó 100 a trigo, pero las tres últimas campañas no tuvo mercado debido a que no hay demanda de trigo orgánico. Alrededor de 400 hectáreas están destinadas a la rotación y la pastura, y las restantes son bajos o poseen agua.
Otros años había probado con maíz azul, pero por problemas genéticos no tuvo buen resultado, y fue de poco potencial de rendimiento, además de contraer el Mal de Río Cuarto. “También fue un cultivo complicado por el tema de las malezas”, indicó la ingeniera.
En su caso, el rendimiento es un 15% menos que los granos convencionales. Respecto del girasol, el rinde promedio en la zona es de 2.000 kilos y en sus campos logra 1.600 kg, mientras que en soja el rinde promedio es de 2.700 kg/ha y las hectáreas de Gutiérrez logran un rinde promedio de 1.400 kg/ha. El rinde promedio del trigo es de 2.700 kg/ha, y en sus hectáreas oscila entre los 1.800 a 2.000 kg/ha.
Las ventas de sus cultivos lo maneja con un contrato con la empresa Argensun, ya que es de su preferencia tenerlo vendido de antes. El maíz confitero lo vende a u$s 275 y la soja entre u$s250 y 300.
Respecto a los granos convencionales el sobrepecio de los orgánicos es de un 20%, aunque la tendencia es que los sobreprecios son cada vez menores por la cantidad de productores que se están dedicando a esta producción. Los costos adicionales tienen que ver con la inspección anual de $ 500 por el total de hectáreas más los gastos de viáticos para los inspectores. Además, como requisito indispensable del ingreso bruto que se obtiene del producto, el 1% se destina a la empresa certificadora. En cuanto a la ganadería posee propia y hacienda en capitalización. Tiene cría, recría e invernada (en poca cantidad). Gutiérrez indicó que la “la ganadería ecológica es muy simple con el uso de la trazabilidad y lo más importante es llevar un registro de los tratamientos sanitarios e identificarlos por categoría”.
Pampa orgánica
“Uno de los problemas que tienen los productores orgánicos es la falta de información para el cuidado de los cultivos y la ganadería”, indicó la ingeniera Gutiérrez, quien en conjunto con otros productores en 2003 conformaron el “Grupo Pampa Orgánica”con el apoyo técnico del Programa Cambio Rural del Inta y del Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (Mapo). El objetivo es intercambiar conocimientos y estudiar las problemáticas que cada zona tiene en sus campos y así poder evaluar los cultivos o los animales y progresar en el desarrollo de otras producciones. Las reuniones se realizan una vez por mes en diferentes puntos del país y una vez al año son convocados en el Inta Villegas.
Eliana Ramos
eramos@infocampo.com.ar
