El trabajo presentado en el marco del XVI Congreso Geológico Argentino desarrollado en La Plata indica que en algunos casos la presencia del contaminante alcanza los 200 ppb -partes por billón- cuando los estándares nacionales toleran un máximo de 50 ppb, y los internacionales, de 10 ppb.
El consumo de arsénico -en grandes cantidades- puede provocar graves secuelas en la salud y llega a tener hasta efectos cancerígenos.
Entre las localidades bonaerenses más afectadas se encuentra Rojas, de donde provino la primera señal de alarma.
Los científicos de la UNLP proponen métodos de purificación. “Tanto las poblaciones de estas localidades como las autoridades y quienes tienen responsabilidad sobre el agua -señaló el presidente de la Asociación Geológica Argentina, Abel Schalamuk- están al tanto del problema, y se está desarrollando un método de purificación que consiste en la utilización de arcillas ferruginosas como absorbente para la eliminación de contaminantes de aguas”.
El suelo de la provincia de Buenos Aires cuenta con importantes depósitos de arcillas ferruginosas.