El martes, el sector vitivinícola recibió otros 54 millones de pesos correspondientes al 50 por ciento de lo cobrado este año por el Estado Nacional en concepto de derechos de exportación.
El fondo se canaliza a través de los gobiernos de las provincias productoras, quienes están obligados a destinar ese dinero a la financiación de proyectos que apunten a agregar valor a toda la cadena.
Este es el segundo capítulo de una historia que comenzó a principios de este año con la devolución de la misma suma por las retenciones cobradas en 2009.
Mendoza cumplió la prueba. La sinergia entre el sector vitivinícola y el Gobierno provincial se articula con la Nación para que los fondos provenientes de los derechos de exportación lleguen al primer eslabón de la cadena.
Con los 24 millones que recibieron en esa primera oportunidad están llevando a cabo una serie de iniciativas para: fomentar el uso responsable de agroquímicos, mejorar la calidad de la uva, incrementar la calidad del mosto y el vino, y desarrollar los mercados, tanto externo como interno.
Casi $3 M se destinaron al primer eslabón de la cadena vitivinícola, la producción de uvas. Cerca de 210 productores, en este contexto, recibieron Aportes No Reembolsables de hasta 13.000 pesos para destinarlos a mejorar la aplicación de agroquímicos en los viñedos.
Sebastián De Miguel, del Ministerio de la Producción de Mendoza, explicó que “el mercado externo está aplicando fuertes restricciones vinculadas al uso de estos productos”. Por ello, continuó el funcionario en diálogo con Infocampo, “creímos necesario trabajar en ese aspecto desde el primer eslabón de la cadena”.
Más de 11 millones de pesos se destinaron al mejoramiento de la calidad en la elaboración de mosto (o jugo de uva concentrado) y vino, el segundo eslabón de esta cadena. El impulso de las Buenas Prácticas Manufactureras fue el eje trabajado en esta primera instancia de industrialización. Hasta junio, 65 bodegas y 15 cooperativas presentaron proyectos vinculados a mejoras en la infraestructura y la incorporación de nuevas tecnologías.
En simultáneo, y frente a la caída del precio del jugo de uva concentrado, se destinaron $2 M para subsidiar la tasa en la elaboración de ese producto con el objetivo de sostener su precio para los productores.
Para el último eslabón de la cadena, la comercialización, se reservaron casi $1 millón, que fue utilizado por los vitivinicultores para participar en dos ferias internacionales que se llevaron a cabo en Estados Unidos y Brasil. El objetivo: desarrollar aún más los mercados.
Otros 4 millones de pesos, en tanto, se destinaron a financiar la implementación y desarrollo de planes y estrategias de comunicación de 13 bodegas que, a su vez, están asociadas a 850 productores. En total, en Mendoza, se beneficiaron con este aporte 1.643 productores, y 114 bodegas y establecimientos.
Durante el acto de entrega de la segunda asignación de fondos, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, aseguró: ‘Hemos dado un salto no sólo cuantitativo sino también cualitativo en el sector’.
Además de Mendoza, recibieron estos aportes Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, La Rioja y Catamarca.
El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, en tanto, aseguró que ‘es prioridad nacional atender a una población de más de 22.000 pequeños productores viñateros, fortalecer su desarrollo regional y arraigo territorial’.
El Gobierno Nacional, además, entregó $2 M destinados a brindar asistencia financiera y subsidios a pequeños viñateros, u$s50 M para apoyar la integración de los pequeños productores a la cadena, y $150 M por exenciones de impuestos internos a los espumantes.
De Miguel anticipó que con este nuevo aporte de $24 millones se continuará trabajando con el eje puesto en la calidad y el desarrollo de los mercados.
Artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario
