Funcionarios del gobierno nacional -encabezados por el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno- ya tienen todo preparado para firmar el próximo jueves un nuevo acuerdo con representantes de la industria láctea.
Si bien en un principio los directivos de SanCor y La Serenísima se mostraron un tanto reticentes a llevar a cabo dicho plan, en estos momentos estarían ultimando detalles para firmar el acuerdo en el que se establecería fijar un precio de 1,00 $/litro de leche pagado al tambero a cambio de que el Estado adquiera parte del excesivo stock de leche en polvo y quesos presente en el mercado local.
“Las negociaciones están muy avanzadas; lo único que falta es que se convoque a la Mesa Láctea y se haga efectivo el anuncio”, dijo hoy a Infocampo Roberto Socín, presidente de la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe.
“Consideramos que es un acuerdo muy positivo para todos los sectores involucrados si tenemos en cuenta el actual marco económico mundial y local”, indicó Socín, para luego agregar que “resta solamente perfeccionar algunos detalles de plazos que están siendo tratados con la industria láctea”.
Por su parte, la Mesa Nacional de Productores de Leche (APL) ratificó hoy que no firmará ningún acuerdo que “pretenda imponer el gobierno nacional, cuyos términos no se conozcan con la debida anticipación y se disponga del tiempo mínimo y necesario para acordarlo previamente con las bases”.
“Hacemos saber que existe una gran preocupación por la intencionalidad de la Secretaría de Comercio Interior de fijar el precio de la leche cruda, buscando para ello la anuencia de empresas industriales y algunos actores de la producción que de ninguna manera representan la totalidad del sector”, señaló un comunicado emitido por la entidad.
Uno de los aspectos que genera mayor polémica del acuerdo es que no se conoce cuál será el destino del stock de productos lácteos que será adquirido por el Estado nacional.
Una de las alternativas posibles, según comentaron fuentes del sector, sería que el Estado utilice estratégicamente la leche en polvo adquirida para suplir los faltantes de oferta en épocas de escasez del producto. Otra posibilidad sería que se las coloque forzosamente a las cadenas de supermercados para así lograr una baja en los precios minoristas.
El próximo jueves, además de este “acuerdo” lácteo, el gobierno tendría planeado anunciar una batería de medidas para el sector agropecuario, entre las cuales se está mencionando una posible baja en las retenciones del maíz y del trigo.
El 30 de septiembre pasado venció el acuerdo firmado el 2 de julio entre la Secretaría de Comercio Interior, el Centro de la Industria Lechera (CIL) y representantes de los tamberos de las provincias de Córdoba y Santa Fe, por medio del cual se estableció que en la liquidación de julio, agosto y septiembre el precio mínimo de la leche pagado por las usinas sería de 0,94 $/litro.
Dicho acuerdo, que en buena medida no se cumplió (porque muchos tamberos recibieron liquidaciones con valores menores a 0,94 $/litro), fue establecido en pleno conflicto entre el gobierno nacional y el sector agropecuario para intentar dividir a los representantes de los productores lecheros (tamberos de Buenos Aires y Entre Ríos no adhirieron).
