El informe de pre-campaña de soja argentina 2014/15 elaborado por técnicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que el área de siembra sería de 20,6 millones de hectáreas, una cifra apenas 1,2% superior a la registrada en 2013/14, según publica el sitio valorsoja.com.
“Sobre el norte del área agrícola nacional se evalúa la posibilidad de destinar parte de la superficie disponible hacia cultivos alternativos como porotos, algodón, sésamo y chía entre otros”, indica el informe.
“Sobre la región NOA también se suma la desventaja de haber sufrido durante las últimas campañas gran presión de insectos en lotes de soja, principalmente picudo (Rhyssomatus subtflis), provocando reducciones sobre el rendimiento a cosecha. Por otra parte, debido a la falta de precipitaciones registrada durante los meses previos, esta última región también mantiene serias limitaciones de cara al inicio de la nueva campaña”, añade.
Pero el combo caída de precios + aumento de costos también tendrá un impacto negativo en la zona pampeana. “Se prevé que muchos cuadros de baja aptitud agrícola, ubicados principalmente sobre la periferia a las regiones núcleo norte y sur, queden sin sembrar o sean destinados a ganadería, debido a su acotado potencial productivo”, apuntó el informe.
“Gran parte de estos lotes, dependiendo de los precios de mercado para soja o maíz, pueden o no ser incorporados al circuito agrícola. Durante esta nueva campaña, la caída de los precios en cultivos de verano impacta sobre el margen de ganancia e incrementa el riesgo de inversión, desalentando la siembra sobre áreas que, por sus propias características edáficas o climáticas en cada región, presentan menores potenciales de rendimiento”, explica el documento.
Otro factor que promueve la incertidumbre son los arrendamientos aún pendientes. “El retraso en la definición de esta superficie genera inconvenientes para la preparación de los barbechos químicos, incrementado su costo y disminuyendo su eficiencia. Por otra parte, el control tardío de malezas provoca una mayor pérdida de agua útil en el perfil del suelo, disminuyendo en consecuencia la oferta hídrica disponible para el cultivo”, indica el informe.

