En los últimos tres meses el nivel de actividad del puerto de Quequén se recuperó notablemente a partir del ingreso de las cosechas de trigo (principalmente) y de soja (en menor medida), según indicaron hoy a Infocampo.com.ar diversas fuentes del ámbito portuario.
En lo que va del presente año 2010 ingresaron a dicha terminal portuaria alrededor de 2,10 millones de toneladas (M/t), mientras que en la totalidad del ciclo anterior se habían registrado unas 3,10 M/t.
“Esto se debe a la muy buena cosecha que se registró en la zona y a una política de consenso y entendimiento entre productores y autoridades portuarias”, comentó Ernesto Costanzo, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén.
“Vamos a seguir trabajando en este sentido, llevando adelante políticas innovadoras para la actividad”, señaló Costanzo, quien fue designado en su cargo por el gobernador bonaerense Daniel Scioli en julio de 2009 en reemplazo de Mario Goicochea.
El entrevistado aseguró además que durante el transcurso de este año se lograrán exportar entre 4,5 y 5,0 M/t (el promedio histórico de la terminal portuaria es de 3,8 M/t, mientras que el récord se registró en el año 1997 con 5,50 M/t).
El puerto de Quequén históricamente captó una gran cantidad de trigo de las mejores zonas cerealeras del país. Mientras que la soja producida en el centro-sur bonaerense principalmente se destina al puerto de Bahía Blanca.
Vale recordar que hacia fines del año pasado y comienzos de 2010 el puerto de Quequén se encontraba cuasi-paralizado a causa de la destrucción del mercado de trigo argentino (trabajo iniciado por la intervención oficial y reforzado luego por la sequía).
En ese momento autoridades portuarias y provinciales manejaron distintas opciones para intentar darle una salida al puerto, que iban desde convertirlo en un puerto deportivo o bien trasladar el déficit al gobierno de la provincia de Buenos Aires (estatizarlo).
El alto grado de intervención oficial alteró el ritmo de comercialización estacional de las diferentes producciones agrícolas argentinas, provocando períodos de alta concentración de embarques con otros de una inactividad exasperante.
