Especialistas de primer nivel desgranaron en forma integral cuestiones del cultivo, ya que se pudieron conocer desde cuestiones elementales hasta profundos temas sanitarios, de nutrientes y de mercados.
El ingeniero Adrián Poletti (Incrementar Servicios Agropecuarios) abrió el fuego con su exposición sobre el manejo de cultivos de arvejas y garbanzos.
Tras considerar al sudeste como zona de características únicas para cultivos resistente a heladas explicó que las legumbres son cultivos hortícolas de grano seco, destinados al consumo directo para alimentación humana, salvo el caso de la arveja forrajera. Por lo tanto destacó que “la calidad es tan importante como la cantidad, por lo que el manejo es fundamental”.
Al referirse a las arvejas diferenció sus dos tipos, grano liso (para conserva y enlatados) y grano rugoso, cuya diferencia está en el nivel de hidratos de carbono.
Luego se centró en las forrajeras y para industria, ya que Argentina abrió mercados extra Mercosur y juega en las ligas canadienses, que tienen mucha calidad.
Poletti se refirió a las variedades más populares en el país. Una es Facón (tipo foliosa), que tiene menor productividad respecto a la otra –Viper- porque, opinó, no se cuida el número de plantas. “Facón no permite perder plantas. Viper es la más popular en al país por su facilidad de cosecha”.
A esa altura, fue muy claro al marcar un tema que rondó entre los distintos disertantes. “El secreto es cuidar el número de plantas, para lo que hay que hacer monitoreo temprano de enfermedades”.
Posteriormente, el ingeniero especializado abordó cuestiones de fenología de la arveja y los momentos en que las legumbres definen su resultado.
“Calidad es el tercer factor de rendimiento en la legumbre, especialmente en garbanzo. Sin calidad se tiene serios problemas de comercialización”, marcó y planteó que ello se define desde el inicio de floración.

