La semana pasada, el intendente de esa localidad, José Luis Freyre, había comunicado que la empresa planeaba “cerrar la planta”. El hecho abre “un panorama complicadísimo”, debido a que el frigorífico es la fuente laboral de 500 personas. El gobierno santafesino prohibió los despidos.
No obstante, el presidente de la División Carnes Argentinas de JBS-Swift, Artemio Listoni, confirmó que realizarán los despidos, en el marco de un proceso de “reestructuración de las operaciones” de la firma, de capitales brasileños.
“Se pagarán las indemnizaciones en un ciento por ciento, tal como estipula la ley argentina en la materia; también se abren retiros voluntarios”, explicó en diálogo con un matutino porteño.
Listoni precisó que la decisión empresarial fue concentrar todas las operaciones en las instalaciones que el frigorífico también posee en Rosario.
Además, descartó que la empresa se retire del país. En 2005, cuando JBS adquirió a Swift, producía para el comercio interno y externo. Hoy, el foco está en abastecer al mercado local, donde el año pasado casi logra duplicar sus ventas: pasó de comercializar 660 toneladas de hamburguesas en 2010, a más de 1100 en 2011.