El director ejecutivo de CAFI (Cámara Argentina de Fruticultores Integrados), Marcelo Loyarte, aseguró que “con un año terriblemente difícil a nivel de mercados internacionales que ya nos estaban comprando menos frutas, la expectativa estaba puesta en Brasil, pero con la devaluación del Real, y ahora la suspensión de la exportación de fruta argentina es el golpe de gracia para la fruticultura local”.
Al explicar las supuestas causas de la restricción brasileña, el directivo sostuvo en declaraciones a “Siempre que llovió…paró” que “Argentina y Brasil tienen un sistema de mitigación de riesgo de carpocapsa , que controlan desde el año 2003. Brasil tomó ahora una decisión intempestiva, a muy pocos días de una auditoría y cerró la importación de manzanas. Nosotros estamos muy preocupados y repudiamos esta medida. No sólo nos parece exagerada, sino que es extemporánea”.
Y agregó: “Descartamos que sea un problema fitosanitario, porque el nivel de infestaciones no es lo suficientemente alto para justificar una medida de este tipo, pero si hay un interés de los productores locales de Brasil de que Argentina no exporte tanta manzana a su país, pero esta es una visión equivocada debido a que estamos enviando un 70% menos de lo que se estaba exportando el año pasado. La manzana argentina no es una amenaza para el productor local”.
En el programa que se emite los sábados de 10 a 12 por Radio Colonia, AM 550, Loyarte aseguró que “hoy la incidencia que tiene el sector productivo de Brasil sobre el gobierno es mucho mayor que la de otros años. Creo que hay intereses sectoriales”.
Además explicó que “lo lamentable es que, ante el reclamo, Brasil definió una fecha de auditoria para modificar lo que quieren recién para fines de abril, y eso para nosotros es letal. El (Alto) Valle ya tuvo problemas para pagar los sueldos de febrero, y creo que esto va a ser un detonante para que muchas empresas y productores tengan dificultades para sostener el nivel de empleo y pagar los salarios. Los ingresos que no va a tener la actividad rondan los U$S 16 millones semanales, en una fruticultura que exporta en total, U$S 500 millones”.
Para finalizar, aseguró: “Esto hay que resolverlo rápido porque la fruticultura no soportaría 30-40 días con el mercado cerrado. Estamos pidiendo que los niveles más altos del gobierno argentino actúen para que exista una reapertura antes de esta fecha”.