El doctor Andrés Carrasco, el científico argentino que con sus investigaciones cuestionó el uso uno de los herbicidas más usados en el mundo, falleció a los 67 años.
El Conicet de Argentina anunció el sábado la muerte del investigador, cuya salud se había estado deteriorando.
Carrasco contaba con más de treinta años de trayectoria, fue presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) entre 2000 y 2001 y jefe del Laboratorio de Embriología de la UBA.
Sus descubrimientos fueron muy importantes en la década del 80 y sostuvo un trabajo constante en los 90, hasta que inició su lucha contra el glifosato cuando estudió en el laboratorio el impacto de los químicos en embriones, que desató una polémica con la industria de los fitosanitarios en general y con Monsanto en particular, la empresa que difundió el herbicida.
Según publicó El enfiteuta, Carrasco había nacido en 1946, y se graduó en medicina en la Universidad de Buenos Aires en 1971 para luego ingresar al Conicet en 1990. Se especializó en embriología molecular, específicamente en el estudio de genes asociados con el desarrollo embrionario de vertebrados.
Además de su trabajo como investigador, Carrasco fue subsecretario de Innovación Científica y Tecnológica del Ministerio de Defensa de la Nación. De sus estudios ninguno generó tanta controversia como el que hizo en 2010 sobre el glifosato, investigación que se convirtió en un gran desafío de relaciones públicas para la firma Monsanto.
A partir de 2009 cuando se hicieron conocidas sus investigaciones el debate llegó rápidamente al Congreso de la Nación donde se realizaron varias audiencias públicas e incluso el propio Carrasco participó de alguna de ellas invitado por el hoy senador de FAUnen Pino Solanas.
Las crecientes críticas y cuestionamientos al herbicida, a partir de las investigaciones de Carrasco, dispararon audiencias a favor del uso del glifosato cuando los agrodiputados se encontraban en la cúspide de su popularidad y presidían la comisión de Agricultura y Ganadería.