âA medida que se demora la fecha de siembra, el maíz va perdiendo potencial de rendimiento por una cuestión de ambiente. Una fecha temprana de septiembre tiene su floración , que es la etapa más crítica donde se define el rendimiento del cultivo, a mediados de diciembre cuando encuentra una mayor oferta de luz, la radiación es mucho más alta en este mes que la que encontraría una floración de un maíz sembrado a fines de noviembre, que estaría floreciendo a fines de enero, principios de febrero. Y una menor radiación implica menor capacidad de crecimiento de la planta por el proceso fotosintéticoâ, explicó Cirilo.
La mayor radiación ocurre en diciembre por una cuestión de proximidad del sol a la tierra, el solsticio de verano ocurre el 21 de diciembre, es el punto más próximo del sol a la tierra. El pico de radiación está anticipado al pico anual de temperatura. En cambio, en enero hace más calor, pero hay menor radiación.
Cirilo comentó también que âeste es el año del maízâ porque llovió mucho (el peor enemigo del cultivo es el estrés hídrico) y tiene los precios más altos de la última décadaâ. âEntre diciembre y febrero recibió casi 600 mm en esta zona de Santa Fe, que es lo que casi rquiere en todo su ciclo y no se registraron problemas de mal de Río Cuarto. Con este régimen de lluvias, el maíz tiene aquí un piso de rinde de 10.000 kg/ha y puede llegar a 13.000 a 14.000â, sostuvo Cirilo.
En años tan excepcionales como lo fue el 2006, con números tan positivos para los productores, el especialista dijo que hasta puede resultar más ventajoso hacer el doble cultivo trigo-maíz de segunda, que trigo-soja de segunda, aunque forzosamente se haga una siembra tardía de maíz.
Alexia Giménez
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