Ésta fue la primera propuesta que la Secretaría de Agricultura elevó al sector cuando se empezó a discutir el pago por transferencia tecnológica en la Argentina.
Con la ley aprobada en Francia se generaliza a otras especies el dispositivo que existía hasta ahora en las semillas de trigo pan, basado en un acuerdo interprofesional que organiza el pago de las regalías y la utilización de los fondos.
El sistema hasta ahora utilizado en el trigo consiste en que todos los agricultores que vendan el cereal sin excepción deben pagar una tasa de aproximadamente 0,5 euros la tonelada. Esta cantidad se reembolsa a los agricultores que prueben con las etiquetas el uso de semillas certificada, para que no paguen dos veces. El fondo restante va a parar a los obtentores y un 10% a un fondo de investigación en mejora genética.
El pago de los royalties en el caso de multiplicación de semillas de variedades protegidas en la propia explotación es un tema sin resolver en la mayor parte de los países de la UE.