Más de 14.000 trabajadores de la carne se encuentran en mayor o menor medida afectados por la crisis de ingresos que experimenta el sector de los frigoríficos.
Si bien desde algunos sectores se asegura que no hubo despidos en el sector, fuentes del Sindicato de Trabajadoes de la Industria de la Carne del Gran Buenos Aires aseguraron que ya suman 347 los empleados despedidos y que los frigoríficos siguen tomando medidas restrictivas que atentan contra las fuentes laborales.
‘Los frigoríficos, además de despidos y retiros voluntarios, están tomando medidas como planta parada, garantía horaria, vacaciones anticipadas, suspensiones, atrasos en los pagos de sueldos y jornales, y atrasos en el depósito de aportes y contribuciones’, dijo hoy a Infocampo Silvio Etchehún, titular de Sicgba..
Según el sindicalista, sobre un total de 80 empresas y 14.616 obreros del GBA, 1346 trabajadores se encuentran bajo la modalidad planta paralizada, 347 fueron despedidos y 70 firmaron el retiro voluntario. ‘La del retiro voluntario es una nueva metodología con la que los frigoríficos presionan a sus empleados para que se vayan y no anunciar despidos’, agregó Etchehún.
En tanto, unas 13 empresas presentan atrasos en el pago de sueldos; 60 cumplen con la garantía horaria; 35 recurrieron a las vacaciones anticipadas; 15 a suspender personal, y 48 presentan atrasos en el pago de aportes previsionales.
Para revertir el actual estado de situación, el gremio solicitó a las autoridades nacionales la inmediata suspensión de las medidas contra los trabajadores y que se declare en estado de emergencia a la cadena cárnica, además de liberar las restricciones vigentes sobre el sector exportador (“encaje”).
Por otra parte, Sicgba está impulsando la creación de un subsidio para los trabajadores de $ 1200 por persona por el término de 3 meses; la no intervención estatal en cuanto al cuero y los subproductos; la liberación total del comercio de los productos derivados de la vaca de conserva (categorías E y F) para todo destino; y que se sancione una Ley Federal de Carnes con la participación de todos los actores de la cadena cárnica.
‘Esta situación empezó a manifestarse en octubre del año pasado y con el cierre administrativo de las exportaciones; luego empeoró con la protesta del campo y cuando la cadena cárnica se estaba reorganizando, la intervención estatal en cuanto al precio de los subproductos detuvo su reactivación; el último golpe fue la crisis internacional’, concluyó Etchehún.
