En los últimos años, el girasol fue ampliando su superficie en La Pampa (en algunos casos en detrimento del trigo) y, para esta campaña, se aguarda un nuevo crecimiento del hectareaje implantado.
âAnte la imposibilidad de sembrar trigo por la escasez hídrica, es muy probable que esa superficie sea destinada a la siembra de girasolâ, comentó Luis Arias, referente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) en la provincia.
El cultivo tiene un comportamiento diferencial al resto: âpor su rápido crecimiento radicular y habilidad fisiológica para absorber el agua, llega a lugares donde otros cultivos no puedenâ, explicó el experto.
En un año seco como éste, es una âbuena herramienta porque funciona casi como una bomba de extracción de agua. Para la zona oeste arenosa, de escasa retención hídrica, esto lo convierte en un cultivo con grandes ventajas por sobre la soja o las gramíneasâ, reiteró Arias.
La apertura de la jornada de capacitación âconvocada por los girasoleros, el Inta Anguil y la Asociación de Ingenieros Agrónomos de La Pampa- estuvo a cargo del presidente de la Asociación Argentina de Girasol, Ignacio Lartirigoyen, quien destacó que el objetivo del encuentro es difundir la tecnología disponible, para un cultivo âcada vez más competitivoâ.
âTenemos que capacitarnos mucho. Este cultivo se ha ido complejizando en materia tecnológica y se va a convertir en un cultivo muy estable, si aprendemos a trabajarlo bienâ, anticipó el dirigente.
Rindes
De acuerdo con los cálculos de Arias, en la zona y a igualdad de rendimientos con la soja, las bonificaciones y los menores fletes por entrega en el interior que caracterizan al girasol le dan un sobreprecio que lo hacen el cultivo más atractivo.
âCuando se trata de rendimientos de soja por encima de los 3500 kilos, la soja es una alternativa difícil de superar. Pero si esos rindes no son tan altos, en veranos críticos con falta de agua, la balanza puede inclinarse al girasolâ, reflexionó.
El agua, más que estratégica
Alberto Quiroga, especialista del Inta, aportó algunos consejos para optimizar la rentabilidad y sanidad del cultivo.
En primer término, el especialista recomendó analizar la disponibilidad de agua en los suelos previo a la siembra: âla necesidad de agua del girasol sólo es cubierta por lluvia en un 60-70 %. El resto debe estar en el loteâ.
Quiroga recordó que el cultivo necesita 450 mm de agua para superar los 3000 kgs/ha. âLas siembras tempranas de girasol en la zona âlas que mayores perspectivas de rendimiento ofrecen- van a requerir de trabajo para marcar el lote que estará en condiciones de recibir al cultivo y aquellos que van a tener que esperar el aguaâ, argumentó Quiroga.
âSi septiembre no entrega unos 70 mm vamos a estar complicados para las fechas tempranas de siembraâ, reconoció el experto del Inta.
