Se trata de las firmas Green Line Industries con sede en California, Capital Group Comunicatios de San Francisco, y Sausalito Capital Partners, según especificó el intendente local, Cristian Breitenstein.
“Se trata de un proyecto de biodiesel, que constituiría la inversión más grande en Sudamérica, de estas características”, agregó el funcionario, y destacó que la propuesta tuvo “muy buena receptividad en el sector privado y público”.
En estos meses, está previsto formalizar la gestión, y hacia fin de año “se podría comenzar a construir la obra”, especificó Breitenstein.
Ramiro Neyra, un argentino que integra el directorio del grupo inversor, señaló: “Tenemos equipos técnicos que pueden asesorar sobre cultivos de mostaza, colza o muchos otros relacionados con el biodiesel, como también otro que se ocupará de analizar la posibilidad de arraigo de diversos cultivos en la región”.
De acuerdo con el anuncio del empresario, la planta inicialmente trabajaría en el procesamiento de aceite vegetal filtrado, âque sería derivado al reactor para obtener combustible y, en una segunda etapa, se iniciaría con el proceso a partir de la semilla”, expresó.
La planta tendría un nivel de producción que oscilaría entre 80 y 200 millones de litros de biodisel anuales, los que serían exportados a Estados Unidos y Europa, “donde sus países miembros adoptaron una normativa comunitaria que los obliga a incorporar un 0,75 por ciento anual de biocombustibles en todos sus combustibles hasta alcanzar en 2010 un 5,75 por ciento”, argumentó Neyra.
En declaraciones a agencias de noticias locales, el empresario argentino, radicado hace años en Estados Unidos, agregó que el grupo inversor “viene apostando fuerte en proyectos de energía alternativa y durante los últimos siete meses superó los 200 millones de dólares de inversión en empresas productoras de tecnología para producir biodiesel en su país de origen”.
